El espacio se abrió en septiembre de 1974 con menos de una decena de cuadros del genio
El Museo Dalí cumple 30 años al tiempo que se celebra el Año del genio
El maestro le pidió al actual director del centro que lo fuera para «no hacer nada»
El Teatro Museo Dalí de Figueres cumplirá treinta años el próximo martes 28 de septiembre, un aniversario que la Fundación Gala-Salvador Dalí afronta en plena conmemoración del Año Dalí, que se celebra en todo el mundo con motivo de los cien años del nacimiento del Genio del Ampurdán. Antoni Pitxot, el actual director del Teatro Museo Dalí, y amigo personal del artista fallecido en enero de 1989, es una de las personas que mejor conoce todo lo que ha sucedido en torno de las salas de exposición de Figueres desde el momento de su fundación, un 28 de septiembre de 1974, hasta la actualidad. «Cuando inauguramos el museo este edificio, que era el antiguo teatro de Figueres, era sólo una primera piedra de lo que es hoy en día. Había unas pocas obras de Dalí y una exposición de cuadros míos. Era amigo de Dalí y estuve presente en cada momento de la construcción». En esos primeros tiempos todavía no existía la Torre Galatea -donde Dalí pasó sus últimos años, y donde actualmente están ubicadas las oficinas de la Fundación-; aún no estaba colocado el Cadillac negro en la entrada del recinto -se instaló en 1984- y tampoco existía la sala Mae West (que llegó en 1985), ni las salas de las Joyas. En 1983, Dalí nombró el primero y único director que hasta ahora ha tenido el Teatro Museo, y éste no podía ser otro que su inseparable amigo Pitxot. «Este será el director de mi museo», le dijo Dalí al conseller de Cultura de la Generalitat, Max Cahner, que ese año lo visitó en su residencia del castillo de Púbol. Pitxot, que hasta entonces se había dedicado más a la pintura que a la gestión, se sintió desbordado por su nuevo cargo, pero Dalí le tranquilizó. «Quiero que seas el director de mi museo para que no hagas nada», le dijo el genio. Y de esta forma dejó clara su voluntad de mantener intacta su concepción de lo que debía ser esta instalación. En el mismo año se creó la Fundación Gala Salvador-Dalí y el museo de Figueres se llenó de obras dalinianas. «Dalí hizo entonces muchas aportaciones», recuerda Pitxot. Llegaron también las primeras adquisiciones y fue en esta época cuando la Fundación compró uno de los cuadros más grandes que hay en Figueres: La apoteosis del dólar. Desde que se realizó esa primera compra, la Fundación ha seguido una política muy activa para recuperar obras de Dalí. «Desde entonces ya hemos comprado cuarenta originales importantes -explica Pitxot- y vamos a un ritmo de dos, tres e incluso cuatro adquisiciones por año, en función de las ofertas que encontramos». El Teatro Museo se convirtió en un referente turístico para la capital del Alto Ampurdán y este año, con motivo del centenario de Dalí, espera superar el millón de visitantes: «De enero a junio ya hemos tenido 608.500 personas, un 33 por ciento más que el año pasado; espero superar el millón antes de fin de año», dice el director. En 1999 se abrió la exposición permanente de las Joyas en una sala anexa del edificio y, tal como le gustaba que fuese a Dalí, cada día del año hay colas de gente frente a la entrada.