Las Simonas

FUE AYER la noticia del día, prolongada desde la víspera. Las cooperantes italianas Simona Pari y Simona Torretta, fueron liberadas para alegría colectiva de Italia y del mundo... occidental. Un millón de dólares fue el precio, o eso aireó la propaganda oficial, a saber si por pudor o por escarnio hacia sus captores. Con pago de rescate pasan de secuestradores por motivos políticos a simples chantajistas. Así son las cosas. Y el inefable Berlusconi, saliendo en las teles a congratularse del éxito. Lo es, sin duda. Con ellas, algunos liberados más en esa locura que es Irak, con el degüello se confirma como macabra modalidad de snuff movie gracias a una webcam y a la Red. La liberación de las Simonas, no oculta que hay dos franceses y un británico (y alguno más, pero valen menos...) todavía sometidos a la incertidumbre para satisfacción de la cosa mediática, que genera en torno a ellos un suspense igualmente macabro. Lo de Irak resulta tan cansino que deriva hacia el culebrón seriado gracias al invento de la tele. Mueren iraquíes todos los días en los bombardeos norteamericanos, mientras a miles de kilómetros un tal Bush y otro tal Kerry, utilizan al país como moneda canjeable por votos. Mejor que no salga el texano dentro de un mes, pero da la sensación de que Irak es un circo dantesco en el que se apilan los cadáveres a la espera de que la función termine. Las Simonas fueron una número más.