INTERFERENCIAS
Supermán
DE NO haberse mostrado activo en su defensa por la investigación de las lesiones medulares y su decidido apoyo a experimentar con células madre en su país, el actor Christopher Reeve nunca abriría un informativo a causa de su muerte. Entre otras cosas porque sus recursos dramáticos eran limitados. Popular gracias a haber vestido la capa y el leotardo de Superman, pero casi ignorado en sus restantes trabajos. Tetrapléjico por una caída de caballo, e impedido en silla de ruedas durante los últimos nueve años, todavía participó en algún telefilme (hizo un "remake" de La ventana indiscreta ), promovido con la clara intención de inducir a la reinserción de los disminuidos físicos en la industria del cine. Que su muerte haya abierto los informativos del lunes, confirma la utilidad de los mass media como transmisores a la sociedad de trayectorias e iniciativas con alta componente ejemplarizante, buscando la solidaridad. De no haber encabezado Reeve su particular cruzada, quizá los lesionados medulares nunca habrían llegado al Congreso de su país y su intervención no se habría emitido en directo por la televisión. Al mismo tiempo, Reeve impulsó una organización que desarrolló importantes avances para la mejora en la calidad de vida de los afectados y en su entorno más próximo. Sobradas razones para que un actor mediocre se convierta en estrella de la solidaridad.