... y el olvido de sus peticiones

Además de afirmaciones como la siguiente: «En tierras de la Meseta Norte no existió la necesidad de salvar ni de recuperar un idioma», que niegan toda existencia para la lengua leonesa; el libro pasa casi por alto la gran convulsión social por la que atravesó León en los años del proceso autonómico. Dice su autor: «Ninguna fórmula de las establecidas en la Constitución para alcanzar la autonomía podía cumplirse en León. León solo no contaría con los dos tercios de los municipios necesarios para iniciar el proceso autonómico». Y sin embargo, bien sabemos que la Encuesta Institucional realizada por la Diputación en los ayuntamientos leoneses y población en general arrojó este porcentaje: sólo el 6,98 % de los municipios y el 4,12 % de la población optaron por la unión con Castilla. Además, recoge que las provincias castellanoleonesas (?) «se sienten todas castellanas, excepto León». Pero ¿y Zamora y Salamanca? ¿Alguien se ha molestado en preguntarles?