«Entre lo divino y lo humano» reúne en San Marcos obras del siglo XVII español de la mano de Carlos Mena

Un atractivo y sugerente programa es el que esta noche, a las 21.00 horas, presenta en la iglesia de San Marcos el grupo Lux Orphei, integrado por Juan Carlos Rivera, laúd, vihuela y guitarra barroca; Carlos García Bernal, órgano y cémbalo; y Carlos Mena, contratenor y dirección. Obras de T. L. de Victoria, Juan Hidalgo o Cabanilles conforman un programa que va de lo divino a lo humano recorriendo las diferentes estéticas de la música de esa época. Según las excelentes notas al programa, de Pepe Rey, en 1913 Felipe Pedrell culminaba su edición de las Opera Omnia de Tomás Luis de Victoria con una documentada biografía. Pedrell quería dejar grabada en el lector la imagen romántica del artista sublime ingratamente tratado por su patria, por eso con trágico acento escribía así los últimos párrafos: «Ninguna de las obras de Victoria fue transcrita en los geniales tratados de cifra para vihuela donde se transcribieron tantas y tantas de Morales, de Bernal, de Peñalosa (?), de los dos hermanos Guerrero, Pedro y Francisco, de Vásquez...» Los datos que Pedrell manejaba no podían ser más ciertos... ni más injustas las conclusiones que extraía de los mismos. La explicación es bien simple: los seis primeros tratados de vihuela se imprimieron antes de que el abulense naciera o, en todo caso, antes de que cumpliera los seis años. Huelgan, por tanto, los comentarios. Sólo el último, el Parnaso de Esteban Daza (Valladolid, 1576), apareció, efectivamente, cuatro años después del primer impreso de Victoria (Roma, 1572), pero incluso cuatro años eran entonces poco tiempo. La segunda parte del concierto nos sitúa en la música teatral de la segunda mitad del XVII, una época y una estética muy distintas de las que conoció Victoria. Tratándose de repertorio teatral, es lógico que el autor mejor representado sea Juan Hidalgo (1614-1685), arpista de la Capilla Real y habitual colaborador de Calderón (...). Las intervenciones musicales en el teatro iban precedidas por improvisaciones de los tañedores, que de este modo preparaban el tono y el compás de los cantantes. Tales preludios se denominaban pasacalles y por esta razón abundan en las colecciones de música para instrumentos. Éstos se estructuran como variaciones sobre una corta serie de acordes tonales». Hora y lugar: 21.00. Iglesia de San Marcos. Entrada: gratuita.