El caballo como motivo epigráfico

El Museo de León atesora uno de los conjuntos epigráficos más importantes de España y, además, uno de los más orginales de la península. Se trata de los llamados epígrafes vadinienses, llamados así porque proceden de la zona leonesa de Vadinia, nombre que los romanos daban a un conjunto difuso que englobaría Riaño (alto Esla) y zonas de Asturias y Galicia (valle del Sella). Se trató de uno de los enclaves que más tarde se romanizó, debido al hecho de que no infundía en el Imperio intereses económicos y no fue zona de paso hacia la metrópoli. Las estelas (como la de la imagen) se caracterizan porque son talladas a partir de cantos rodados de los ríos. El latín de la leyenda suele tener faltas de ortografía -lo que evidencia el aislamiento frente a Roma- y en ellos siempre aparece como elemento central el caballo asturleonés. A través de estas lápidas se puede adivinar una situación económica, cultural y social en la que el peso de la tradición prerromana es aún notable. Los nombres de las personas que aparecen en ellos son de raíz claramente indígena y, entre ellos, se podría hablar de Dovideara, Negalus, Dovidero.