En defensa del toro bravo

No hay acuerdo posible. Hasta aquí, todo según lo previsto. Tres aficionados a los toros y tres representantes de las asociaciones de defensa de los animales expusieron ayer sus posturas a favor y en contra de la fiesta nacional en el marco de las X Jornadas de Espectáculos Taurinos, que llegan hoy a su punto álgido con las jornadas técnicas sobre legislación, y que serán clausuradas mañana. El crítico taurino Santos García Catalán, Juan Antonio Alemán y el empresario Carlos García Zúñiga por un lado; y los responsables nacional y autonómico de la Asociación Nacional para el Bienestar de los Animales (Anpba), Alfonso Chillerón y Concepción Calvo; así como de Alternativa para la Liberación Animal (ALA), Consuelo Polo por otro, expusieron argumentos tan debatidos como irreconciliables. Los aficionados hicieron repaso histórico a la fiesta de los toros como una tradición que acompaña desde hace siglos a las celebraciones y la cultura españolas, aunque también de otros países del entorno; mientras defendieron, más allá del hecho artístico, la cría del toro bravo como garantía de supervivencia de un ecosistema privilegiado como es la dehesa. Se aludió también repetidamente a los escritores, pintores y otros artistas que han encontrado en la lucha del hombre con el toro fuente de inspiración. Por su parte los defensores de los animales mantuvieron la falta de sentido de una diversión que se basa en el sufrimiento de seres vivos («animales mártires», los definió Polo); con especial incidencia no tanto en las lesiones que padecen los toros en las corridas reguladas como los que se les inflingen en los espectáculos populares, tipo toros enmaromados, toros de fuego, toro de la Vega, encierros y otro tipo de celebraciones.