Paraguay se queda sin cines para protestar contra la piratería
Conscientes de estar perdiendo la guerra contra la venta ambulante de películas piratas, los cines de Paraguay han decidido cerrar sus puertas para mostrar a la ciudadanía cómo sería un mundo sin salas de pantalla grande. Los días 1 y 2 de noviembre no se podrá ver cine en Paraguay. Así lo han decidido los sectores de la industria audiovisual, impulsores de una campaña de sensibilización que incluye una rebaja del 50 % en las entradas que permitirá ir al cine por 10.000 guaraníes (1,66 dólares), durante un mes, el mismo precio de una película pirata en las calles de Asunción. El negocio del contrabando no tiene dimensiones, en términos de cantidades, especialmente importantes en Paraguay, cuya población ronda los seis millones de habitantes, pero sí la particularidad de actuar impune y muy visiblemente. En los semáforos, en el autobús, en los puestos ambulantes que proliferan por toda la ciudad e incluso delante del Palacio de Justicia o en el mismo Ministerio de Hacienda se puede adquirir una novedad cinematográfica de forma casi simultánea a su estreno en los Estados Unidos y Europa en el formato que se desee y con una calidad bastante aceptable, sin problemas.