Ciudadan@s por el patrimonio pide información sobre la obra de Arroyo
La Asociación Ciudadan@s por el Patrimonio de la Ciudad de León ha reclamado de nuevo al Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León la información sobre la intención del escultor Eduardo Arroyo de instalar las piezas que actualmente prepara para la plaza de Puerta Castillo, una actuación a la que esta agrupación se ha opuesto reiteradamente. En un escrito al servicio territorial, la asociación exige también información por «las preocupantes noticias relativas a la posibilidad de que los valiosos y singulares restos arqueológicos de los Principia de la Legio VII pudieran llegar a desaparecer»; y muestran su preocupación por el inicio de la construcción de viviendas sobre los restos de la casa señorial de los Quiñones. Ciudadan@s por el patrimonio ha solicitado a la Junta las actas en las que se evalúan los hallazgos arqueológicos de San Pelayo, «así como los criterios para su posible conservación». En el escrito se recuerda que el reciente congreso de arqueología romana, celebrado en León, «en el que han participado expertos independientes de las administraciones implicadas», se ha aportado la «suficiente clarificación científica para disipar toda incertidumbre sobre el futuro de estos restos». La presidenta de la asociación, Ángeles Murciego, apunta en el escrito: «Puesto que el valor histórico y arqueológico se ha demostrado fehacientemente, no caben disputas ni polémicas artificiales, sólo cabe debatir sin dilación las medidas más efectivas para conseguir la conservación in situ, tal como la ley establece y más allá de la situación jurídica actual de la parcela de San Pelayo». El arqueólogo de la Junta, Julio Vidal, recordó en el congreso de arqueología romana que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León había dado la razón a los constructores en el caso de los restos romanos encontrados en esta zona. La asociación destaca también: «El descubrimiento de los Principia brinda al Ayuntamiento una excusa inmejorable» para fomentar el conocimiento de la ciudad romana «no sólo a través de criptas, sótanos al uso habilitados con dudoso atractivo»; y añade que la ciudad no perdonará la destrucción de estos valiosos legados «si la codicia urbanística llegara a imponerse».