Cerrar

Carlos Paz desvela sus múltiples «Vidas» en la sala Lucio Muñoz

El pintor vallisoletano Carlos Paz, en la apertura de la muestra

Publicado por
Marcelino Cuevas - león
León

Creado:

Actualizado:

En la estación otoñal, el sol, que se arrastra perezosamente durante el día sobre la línea del horizonte, se va súbitamente, sin ceremonias, dejando el escenario al albur de las incandescentes luminarias de los focos urbanos. Siete y media de la tarde, la explana de la gran plaza de la Junta está huérfana de viandantes, una brisa húmeda y helada les espanta. La portada del edificio institucional se muestra adusta en la penumbra. Las puertas automáticas están perfectamente engrasadas, en el inmenso hall recibe al visitante la amenazante figura de un vigilante que le pregunta con tono inquisidor por sus intenciones antes de dejarle pasar hacia la iluminada sala de exposiciones Lucio Muñoz. En ella, una vez más, el espectador, un tanto aturdido por las súbitas luminarias, se encuentra con otro capítulo de Constelación Arte , con una nueva muestra del mejor arte que se hace en la Comunidad. Los grandes cuadros del pintor vallisoletano Carlos Paz asombran le asombran por sus dimensiones y su color. En ellos, en la mayoría de ellos, una mujer incruentamente decapitada, una pequeña figura gris casi devorada por el color, es la fuente de sueños de la que surgen galaxias de alucinaciones, creadas a partir de colores y formas. Universos perfectamente estructurados en los que el equilibrio es primordial y donde el gesto arrastra inconteniblemente la mirada, hasta sumergirla en las pesadillas de ese personaje que está y que no está, que es como el capullo de seda que la mariposa abandona para dejar volar libremente a la imaginación, al color. La pintura de Carlos Paz ha pasado por varias etapas: sus cuadros estuvieron plagados de insectos, después de ángeles que huyeron en busca de otros paraísos dejando paso a grandes paisajes estelares realizados a partir de lo mínimo, del punto y de la línea. Pero en estos últimos años el pintor ha regresado a la tierra para introducir de nuevo en sus obras un personaje, esa mujer que en unos casos puede reivindicar sus derechos, en otros gritar por las injusticias a las que se ve sometida, y en algunos mostrar su vertiente erótica, enseñar desde el papel fotográfico el atractivo de su belleza. Pero en cada uno de los cuadros el personaje, el mínimo personaje, desparece para mayor gloria del color y del discurso tan críptico como hermoso que desde el lienzo brinda este artista. Horario: de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 20.00, de lunes a viernes. Delegación de la Junta.

Cargando contenidos...