El último secretario de Cela se une a las voces que exigen el cese de Marina Castaño por incapaz

Gaspar Sánchez Salas, estrecho colaborador y último secretario de Camilo José Cela, se ha sumado a la petición de tres de los hermanos del desaparecido premio Nobel de Literatura para que la segunda esposa y viuda de éste, Marina Castaño, abandone la presidencia de la fundación Cela. Sin citarlo expresamente, Sánchez Salas propone como responsable ideal de la institución al único hijo del autor de La colmena . Sánchez Salas ha ofrecido a través de un comunicado su apoyo total y absoluto a las demandas en el mismo sentido de Juan Carlos, Maruxa y Jorge Cela Trulock, tres de los hermanos del gran escritor fallecido. Los tres pidieron por escrito al presidente gallego, Manuel Fraga, que Marina Castaño fuera relevada de sus responsabilidades en la fundación. Una reclamación que cayó en saco roto, ya que Fraga respaldaba días después públicamente la gestión de Castaño y el actual patronato. Apela en su demanda Sánchez Salas «al sentido común que sobradamente sé que poseen los patronos de la que siempre Cela quiso que fuera su insigne casa». Invita a esos patronos «a la reflexión» sobre unas consideraciones que a su criterio «no deberían pasar desapercibidas en favor de nuestra cultura». A su juicio, no resulta adecuado que el legado de Cela «esté representado por alguien que no posea el bagaje cultural necesario para avalar su brillante gestión». Reclama que la fundación sea honrada por alguien que se apellide Cela y tenga talla intelectual. Quiebra moral de la Fundación Un Cela Conde que manifestaba el mismo lunes en una entrevista publicada por el diario El País que la situación en la fundación «ha alcanzado límites intolerables» anuncia también un pleito civil para resarcirse como legitimario de la herencia de su padre. Según Cela Conde, la fundación atraviesa una situación de «quiebra moral» y no cumple hoy sus objetivos fundacionales. Apunta sarcástico como en lugar de facilitar el estudio y promover la lectura de la obra de su padre, se haya defendido tan sólo la viudez de Marina».