El historiador aragonés afirma que «la de León es la catedral más perfecta del gótico»
«Un tercio de los trabajadores de la Catedral de León fueron mujeres»
José Luis Corral reivindica en su última novela el papel de la mujer en los templos góticos
?abla maravillas de la Catedral de León, un templo que le sedujo cuando sóplo tenía siete años. Pero fue en los años setenta, durante un viaje de la carrera, cuando sintió que al entrar en el templo gótico penetraba en un espacio mágico. Sin embargo, el profesor de Historia Medieval José Luis Corral Lafuente nunca pensó escribir un libro, y mucho menos una novela, de la Catedral leonesa. El libro, simplemente, se cruzó en su camino. Autor de novelas tan conocidas como El Cid, Numancia o la trilogía Trafalgar -de la que ha publicado sólo el primer libro con notable éxito de ventas-, Corral Lafuente ha estudiado a fondo los pocos documentos que existen sobre los maestros constructores y quienes trabajaron en la Pulchra. Considera probado, por los libros de cuentas de los que trabajaban en la Catedral, que una tercera parte eran mujeres. El autor sabe a ciencia cierta que unas fueron maestras de taller, otras maestras de obra y otras pintoras de frescos, retablos y miniaturas, por mucho que la historia oficial las condenara al olvido. La novela, titulada El número de Dios (Edhasa), reivindica el papel de las mujeres en la construcción de los templos góticos. La pintora de frescos Teresa Rendol, un personaje de ficción que representa al arquetipo de mujer culta de la Edad Media, protagoniza esta apasionante novela de quinientas páginas. Tal y como explica el autor en el epílogo, «conocemos los nombres de algunos maestros y artistas, pero casi nada de su vida». Teresa Rendol, asegura Corral, «pudo ser una de las muchas mujeres que, huyendo de la persecución a los cátaros, llegaría a León desde Languedoc por el Camino de Santiago». La novela narra la historia de amor entre esta mujer y Enrique de Rouen, arquitecto de la catedral de Burgos y de la de León. Corral recrea en el libro una de las épocas más luminosas y brillantes de la Edad Media, el llamado siglo de la inteligencia -quinientos antes de la Ilustración-, entre finales del siglo XII y principios del XIII; momento en el que se construyen las dos catedrales. Una época -recuerda- única en la historia, porque por primera vez la mujer consigue estar a la altura del hombre. El relato de amor encuentra un paralelismo perfecto en la catedral, donde el hombre representa la luz (las vidrieras) y la mujer, lo oscuro y profundo (la piedra). Corral, que califica la Catedral de León de «fascinante», considera que es la más perfecta del gótico, mientras la de Burgos habría sido «un ensayo general». La novela concluye, precisamente, comparando ambos templos. Si bien Rouen se encuentra la obra iniciada en el templo burgalés, la de León supone la culminación y madurez del arquitecto. «Son muy complementarias; de hecho, la de León no se entendería sin la de Burgos. Pero la Catedral de León es la más perfecta del gótico, por la armonía de líneas y mediciones». De ahí que el título, El número de Dios, no podía ser más idóneo, en referencia a la clave empleada por los constructores para conseguir templos de proporciones perfectas; una medida presente en todas las formas de la naturaleza. Las mujeres que hay en Rendo l La novela tiene una fuerte carga histórica y, sobre todo, una profunda investigación. «En mis novelas», confiesa el autor, «no renuncio a la veracidad histórica». Pese a que el personaje protagonista, Teresa Rendol, es ficticio, está inspirado en varias mujeres que participaron activamente en la construcción de las catedrales: desde Teresa Díaz, una de las grandes pintoras de frescos del siglo XIV, a Ende, una extraordinaria miniaturista del siglo X o la francesa Sabine de Pierrefonds, que talló algunas de las mejores esculturas de Notre Dame de París. A Corral Lafuente, gran conocedor y admirador de la Catedral de León, lo que más le sorprende de la Pulchra es «la tremenda unidad que tiene»; algo que no ocurre, en cambio, en la de Burgos. Cuestión que el autor de El número de Dios explica a través de una no menos singular teoría: la Catedral de León supone la culminación de un proceso entre dos sexos distintos (luz y piedra), pero en condiciones de igualdad...