Diario de León

Escritor leonés

«La literatura hay que leerla en vozalta, porque tiene que tener melodía»

Los quince relatos de «Cuentos de los días raros» sintetizan toda la obra del autor leonés, quien presentará su nuevo libro el día 29 en el Club de Prensa de Diario de León

León

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Es uno de los grandes maestros del relato corto. No sólo porque es un contador de historias impecable, sino porque su literatura tiene ritmo, es una auténtica sinfonía. En Cuentos de los días raros, su cuarto libro de relatos cortos, el leonés José María Merino ofrece lo mejor de su obra; una suerte de miscelánea, donde sofríe los mejores ingredientes de sus más de cincuenta títulos. -¿Cuáles son los días raros? -Todos pueden ser raros. El peligro de la extrañeza está siempre presente. -¿No renuncia a su pasión por el cuento? -Es un amor para toda la vida. Me ha dado muchísimas satisfacciones. -En «Cuentos de los días raros» vuelve a dar una lección magistral sobre el oficio de escribir cuentos... -Será porque uno ya va siendo mayor. He querido presentar una panoplia de todas las formas y registros en los que me expreso, del fantástico al realista, lo que supone el fruto de mi experiencia como cuentista. -¿Cómo define lo raro? -Es la sombra de la costumbre. -¿Los cuentos del libro los tenía escritos desde hace tiempo? -Sí, son cuentos escritos en los últimos diez años. Alguno, incluso, lo había utilizado para felicitar las Pascuas; y otros, ya los había publicado de forma suelta. Ahora los he unificado. -¿Hay un hilo conductor entre los quince relatos que integran el libro? -Lo raro, aquello que está en lo cotidiano, pero que sorprende. -¿De alguna forma «Cuentos de los días raros» es también una gran síntesis de toda su obra? -Sí, esa era mi intención. Es un libro de cuentos donde están todas mis obsesiones y mis temas. Es mi cuarto libro de cuentos. -En este libro, más quizá que en otros, ha puesto un gran acento en los personajes... -Sí, el libro en realidad es una galería de personajes. Son cuentos donde prevalece la emoción. Hay personajes como el tartamudo, el inocente, el viudo, el profesor Souto... Son personajes que existen o he conocido... y todos ellos d escubren que las cosas no son lo que parecen. -¿Para cuándo otra gran novela como «El heredero»? -Estoy dándole vueltas. De momento, estoy aún en el proceso de embarazo. Las ideas son aún brumosas. Aunque un escritor va siempre por los mismos caminos... -¿Es cierto que va a retomar el camino de la poesía que dejó abandonado hace tiempo? -Hay una editorial que quiere reeditar mi obra poética. Escribiré un preámbulo y habrá una revisión de textos; pero será la obra completa. -Ha escrito más de medio centenar de libros, ¿con cuál se queda? -A lo mejor, en este momento, con Los cuentos del reino secreto. Puse mucho cariño en ese libro. Lo escribí íntegramente en una mesa rara; en un velador desastroso que venía cargado de cuentos... -De leonés a leonés, ¿qué le diría a Rodríguez Zapatero? -Le daría ánimos. Le diría que, a veces, no se puede contentar a todo el mundo. De hecho, hay muchos sectores que no están muy contentos. Pero creo que está intentando hacer cosas. -¿Es más agradecido su público adulto o el infantil? -Mi público infantil. Tengo más contacto con ellos. Con frecuencia doy charlas y conferencias en colegios e institutos. Me resulta un público cercano. El otro es más misterioso. No sueles coincidir con el lector. De todas formas, cuando escribo no pienso en quién o cómo será el lector. -¿Sigue escribiendo durante sus largas noches de insomnio o es una «leyenda urbana»? -No soy insomne, lo que tengo es un mal dormir terrible, que me ayuda a soñar. Se me ocurren muchas cosas. Habitualmente no escribo de noche; como mucho, tomo notas. -¿Sabe que Antonio Gamoneda suena para el Premio Cervantes? -Sí lo he oído. Me parece justísimo. Es una voz maravillosa del siglo XX, de una personalidad extraordinaria y un registro muy personal. Me parecería un dignísimo ganador. -¿En qué está trabajando ahora? -Estoy dándole vueltas a otro libro de cuentos muy cortitos. -¿Cómo de «cortitos»? -De folio a tres folios. Serán en total ochenta relatos. -¿Es de los escritores que empieza por el título? -No, generalmente lo pongo al final o mientras lo estoy haciendo. -¿Volverá a ponerse trabas, como hace con cada nuevo libro que afronta? -Envidio a los autores que saben escribir de mayores. Yo siempre estoy aprendiendo en cada libro. -Cuando termina un libro, ¿a quién se lo confía como primer lector? ­-A mi mujer. Somos compañeros desde hace muchos años. -¿Y ella hace una lectura crítica? -Sí. La literatura hay que leerla en voz alta; es una manera de controlar el ritmo. -¿Para que la literatura sea música? -Claro. Tiene que tener su melodía. -Y la suya, ¿cómo suena? -Eso tiene que decirlo los lectores.

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