Diario de León

Escritor

«El amor, para merecer esenombre, tiene que serimprudente»

Premio Nacional de Literatura, acaba de publicar «Los amores imprudentes», donde vuelve la vista hacia la Guerra Civil. Hoy preside en León el jurado del premio Everest

El escritor vallisoletano,  Premio Nacional de Literatura, Gustavo Martín Garzo

El escritor vallisoletano, Premio Nacional de Literatura, Gustavo Martín Garzo

León

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Det rás de cada palabra se adivina una profunda reflexión. Y es que Gustavo Martín Garzo es de esa clase de autores que considera que la literatura es el lugar donde se formulan las preguntas. Él responde a algunas en su última novela, Los amores imprudentes , donde vuelve la vista atrás, hacia una postguerra que está también en su propia biografía. Como vallisoletano, comprende que León se sienta «desfavorecida». -¿Cuáles son los amores imprudentes? -Todos. El amor, para merecer ese nombre, tiene que ser imprudente. Nos abre a lo desconocido que hay en los demás y también en nosotros. Tiene que ver con aproximarse a un lugar de incertidumbre y aventura. Sin dosis de riesgo, no es posible. -Usted también ha caído en la tentación de escribir sobre la guerra civil en «Los amores imprudentes»... -Sí. Es muy importante, sobre todo la postguerra. La novela es un viaje de una joven francesa, de padres españoles. Esta mujer joven, tras la muerte de su padre, a partir del descubrimiento de cosas que ignoraba, inicia un viaje a un país desconocido para ella -España- y a una época desconocida -el pasado-; y, como todos, es también un viaje interior. Al ponerse en contacto con el pasado descubre que su historia está en él. -¿No hay que pasar ya la página de la guerra civil y olvidar? -La guerra y la postguerra marcaron de forma decisiva a este país. Yo soy hijo de la postguerra y mi padre estuvo en la guerra. Son hechos de mi propia biografía. La pregunta que formula el libro es hasta qué punto debemos hacer nuestro el pasado de quienes nos precedieron. -«Tres cuentos de hadas», luego el Premio Nacional de Literatura Infantil, ¿esto le consagra también como un autor para niños? -No hago distinción entre escritor de niños y de adultos. C. S. Lewis decía que la literatura infantil es aquella que también gusta a los niños. El mundo de los cuentos de hadas debe también interesar a los adultos. Los hermanos Grimm recogen sus cuentos de la gente. Se contaban en las casas para todos. En estos cuentos de hadas están las grandes cuestiones que afectan a la condición humana, como el sentido del sufrimiento, la muerte, el bien y el mal, la amistad... Toda la gran literatura persigue acercarse al corazón del hombre; y el corazón del hombre es un bosque lleno de secretos, en el que nos aguardan cosas terribles y también valisosas. -¿Es más difícil escribir un libro o ser jurado de un premio? -Ser jurado es duro. No sólo por tener que leer todos los libros que se presentan, sino porque hay un sentido de responsabilidad muy grande. Los que se presentan creen en tí y abruma no acertar. -Es de los pocos escritores que tiene web, ¿qué le cuentan los lectores? -Muchas cosas. Yo era un descreído de Internet, pero es un mundo extraño y sugerente. Facilita la comunicación con la gente. Llegan opiniones de los lugares más remotos; y esto, para un escritor, es muy interesante, porque el escritor se enfrente siempre al silencio de los lectores. -¿En qué está trabajando? -De momento, aunque tengo proyectos, estoy todavía muy cercano a este último libro. -¿No cree que hay más fabulación en la vida que en la literatura? -La vida no se separa de la literatura. Los momentos más decisivos de nuestra vida son poéticos. Cuando vivimos de verdad, estamos en la literatura, aunque no lo sepamos. -¿Qué le inspira? -Cualquier cosa que se haga significativa. El lugar de la literatura está donde se formulan las preguntas. De pronto hay algo, una palabra, un gesto, que te suscita una pregunta... Ahí estás en el comienzo de una historia. -Como vallisoletano, ¿cómo ve las eternas rencillas entre León y Valladolid? -Creo que entre los leoneses y los vallisoletanos no hay problemas; en todo caso, está en los políticos. Tengo grandes amigos leoneses y también familia. Los políticos hacen problemas donde no los hay. Es cierto que Valladolid ha absorbido un montón de competencias y puede haber ciudades que se sientan desfavorecidas; desde ese punto de vista, no les falta razón.

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