Ejecución

LA SECUENCIA la repitieron por activa y por pasiva en las últimas 48 horas. Un cámara de la NBC captó el instante cuando un soldado norteamericano daba un fusilazo mortal a un resistente iraquí en Faluya. Como era de esperar, las televisiones del orbe se apoderaron de esas terribles imágenes, sazonadas con algunos cadáveres y un herido que evitó el tiro de gracia. Se vieron en Estados Unidos y también en Irak. Leña al fuego, aparte consideraciones morales. Como es norma, el gobierno de Bush ya ordenó una investigación profiláctica. Al tipo que apretó el gatillo, un desgraciado con el suficiente grado de trastorno por pegar tiros a miles de kilómetros de su país, se lo cepillarán y puede que lo arrojen a los leones para acallar sus rugidos. Da lo mismo, la salvajada está ahí y quizá sea una anécdota en lo ocurrido en Faluya durante los últimos días. Lo ignoramos casi todo de la toma de la ciudad porque el mando norteamericano decidió hace meses que eso del derecho a la información está bien para las películas, no para su guerra. Dosifican y controlan las imágenes en televisión, pero nadie es perfecto y el reportero de la NBC supo captar el instante y trasladarlo a su emisora, quizá burlando la censura militar o quizá, en su soberbia, esta consideró que esos treinta segundos eran inocuos. Váyase a saber, si esa secuencia no alborotará todavía más un gallinero en donde el zorro campa a sus anchas...