Niños, cara y cruz

FUE EL sábado Día Universal del Niño, de esas jornadas globales que pretenden sensibilizar sobre determinados temas, aunque finalmente pasen con más pena que gloria por la ciudadanía. En cuestiones televisivas, la infancia centra ahora el debate de los contenidos y las diferentes medidas adoptadas para preservar sus derechos y su cerebro... TVE dedicó atención al tema de diferente manera. La glamurosa en La Primera con el Eurovisión Junior desde Noruega, que además ganó su candidata Isabel con la canción «Antes muerta que sencilla» (vaya con el título...). Enhorabuena, pero no quita que estos críos sean como monstruitos y sus pautas de comportamiento demasiado peleadas con la normalidad conforme a su edad. Mucho fashion de garrafón. La otra cara de la infancia, la del gancho al estómago, la puso La 2 con Niños de la calle, niños de la guerra , y unos escalofriantes documentales en La noche temática . Una infancia monstruosa inducida por la ambición y la ceguera de los adultos. Niños-soldados que emulan a héroes del cine a lo Stallone o Schwarzenegger, y que confiesan sin rubor su gusto por matar. A cambio una ONG en Monrovia, intenta reeducarlos. Niños abandonados en la capital de Mongolia, que viven en alcantarillas y vagan por las calles. Menos mal que unos policías patrullan con su furgoneta para recogerlos y llevarlos a un centro de acogida. En fin, dos infancias radicalmente opuestas.