Hilar fino

COMO EXPLICA Emilio Gancedo en esta página, Filandón viene de filar (hilar) y, sin duda, mucho han tenido que hilar y muy fino los responsables del suplemento cultural del Diario de León para mantener durante dos décadas no sólo una creciente audiencia -entre la que hay ávidos coleccionistas de sus textos-, sino para que la brillante diáspora de escritores leoneses tuviera en sus páginas un lugar de encuentro. Es obvio que el caudal de un periódico son sus lectores y, evidentemente, en un país que suele ocupar las últimas plazas del ránking de lectura, nada puede ser más alentador que ser galardonado con un Premio, y nada menos que nacional, de Fomento de la Lectura. Aunque carezca de dotación económica y los «chicos» del Filandón no puedan invitar al resto de los compañeros del periódico a una cena, siempre les quedará el sabor dulce de este premio, que cuenta entre sus galardonados a dos diarios de tirada nacional, varios programas de televisión y la Feria del Libro de Madrid. A Alfonso García, como coordinador del Filandón, le cabe el mérito de haber ido ganando adeptos durante dos décadas a la siempre difícil causa de la lectura en un mundo cada vez más audiovisual. Sin duda, los lectores habituales son conscientes de la calidad de este suplemento, ahora refrendado por el ministerio, y de la labor que lleva a cabo en pro de la recuperación de una cultura sin parcelar y en su más amplio sentido.