El drama de las mujeres solteras, según la visión de Federico García Lorca

La gran fidelidad al texto original es una de las principales características del actual montaje de Doña Rosita la soltera , uno de los dramas más conocidos de Federico García Lorca, de nuevo sobre los escenarios en un montaje promovido por el productor y escenógrafo Andrea D'Odorico, el director Miguel Narros y la actriz Verónica Forqué, que esta noche será representado en el Auditorio Ciudad de León en una convocatoria para la que ya no hay localidades. Julieta Serrano, Alicia Hermida, Roberto Quintana, Ana María Ventura y Fernando Sansegundo, acompañan a Forqué en esta nueva adaptación de uno de los textos más dramáticos del autor nacido en Fuente Vaqueros que narra las vicisitudes de una mujer que ve la vida pasar mientras espera el regreso de su amado. Escrita en verso y prosa, la obra nos muestra a su protagonista en tres fases vitales bien diferenciadas. Una primera, en la que vemos a una jovencita ilusionada por su amor; la segunda, en la que Rosita es una mujer asustada que intenta mantener la compostura ante una sociedad pacata que murmura y juzga a su espalda; y un acto final en el que asistimos al declive de una solterona amargada, que ha estado toda su vida esperando a un hombre que no existe, a la que solo le queda esperar la muerte. Pese a que la intención inicial de Lorca era escribir una sencilla comedia, para descansar de las tragedias que había desarrollado en Yerma y Bodas de sangre, lo cierto es que Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores, título original de la obra, es un texto duro y con pocas concesiones que traza un desolado retrato de la soledad, un canto a la incomprensión y el abandono con el que Forqué vuelve a los escenarios tras su reciente experiencia sobre las tablas en El sueño de una noche de verano , de William Shakespeare, que también dirigió Miguel Narros. Aunque asociada de forma permanente a la comedia, un registro que han sabido aprovechar directores como Antonio Mercero o Pedro Almodóvar, Verónica Forque, un rostro habitual en el cine, el teatro y la televisión, ya había dado anteriormente muestras de sus registros dramáticos en trabajos como Clara y Elena, una película dirigida por Manuel Iborra, su compañero sentimental; en la serie televisiva Ramón y Cajal; o en la adaptación teatral de ¡Ay, Carmela! , un papel que finalmente interpretaría Carmen Maura en el cine a las órdenes de Carlos Saura. Rodando en la actualidad Reinas , el nuevo largometraje de Manuel Gómez Pereira en el que está acompañada de Marisa Paredes, Carmen Maura y Mercedes Sampietro, la protagonista de la celebrada serie televisiva Pepa y Pepe alterna su actividad cinematográfica con las representaciones de una obra que, tras su estreno en Madrid, se encuentra de gira por toda España. Un nuevo reto interpretativo para una actriz asociada a propuestas más ligeras. En esta ocasión protagoniza un drama, de plena vigencia, que denuncia la hipocresía social que subyace hacia las mujeres que viven solas. El estigma de la soltería Abocadas al matrimonio desde la cuna, sobre todo en tiempos pasados, las mujeres vivían con miedo y desesperación una soltería que las estigmatizaba como una clase social diferente. Una circunstancia que, aún en menor medida, se sigue dando en el siglo XXI con dolorosa frecuencia. Los rasgos definitorios de la obra de García Lorca, la tragedia del destino inexorable y la fuerza de los caracteres femeninos, están presentes en una propuesta marcada por la profundidad y la belleza. El amor y la muerte, dos de los grandes temas del autor, vertebran una tragedia que pone voz a un personaje, la solterona, bastante maltratado en la literatura y la sociedad españolas. Verónica Forqué le pone cuerpo y rostro en esta inspirada adaptación. Lugar: Auditorio Ciudad de León. Hora: a las 21.00 horas. Precio: 12 euros (entradas agotadas).