En la exhibición se refleja de qué manera la guerra unifica como víctimas a todos los que participan en ella
Gómez Domingo presenta hoy su gran obra sobre la batalla de Teruel
El artista, colaborador de Diario de León, expone en el Auditorio una veintena de obras acerca de la contienda
Hoy se abre una de las exposiciones más esperadas del año. La carrera artística de Luis Gómez Domingo tiene una frontera clara. La muestra marcará un antes y un después en su obra. Porque Teruel es para este colaborador de Diario de León más que una fecha, más que una batalla y, sin duda, mucho más que un motivo para crear. Teruel forma parte de la circunstancia vital de Gómez Domingo. El pasado de su familia está estrechamente unido a este capítulo de la guerra civil, uno de los más decisivos, uno de los que más se han repetido como muestra del carácter épico de la contienda. Teruel ha pasado a formar parte del imaginario colectivo. No en vano artistas como Robert Cappa, Ernest Hemingway o José Vela Zanneti estuvieron allí y el poso del conflicto, los recuerdos y el imaginario que allí se fraguó pasaron a formar parte para siempre de su creación. Luis Gómez Domingo ha concebido más de una veintena de obras -muchas de ellas no estarán en la exposición debido a sus dimensiones- a partir de los relatos que desde niño escuchó en casa, cuentos sobre la tragedia que para los habitantes de Teruel supuso esa batalla, historias en las que el enemigo resultó ser el frío. Los veinte grados bajo cero que se vivieron en aquellos días convirtieron a soldados y civiles por igual en víctimas del cielo que, lejos de proteger a sus huéspedes, se convirtió en una parábola acerca del sufrimiento humano. Uno de los grandes objetivos de esta muestra era conseguir mostrar la desolación, la ausencia, la soledad que provoca la guerra, ese sentimiento de orfandad y desamparo que tiñe los rostros de las víctimas -todos sin excepción- y al que nadie escapa. La huida siempre es destierro y éste es uno de los exponentes más importantes de la obra que, desde hoy, se podrá admirar en el Auditorio. Esta constatación se refleja de manera magistral en uno de los cuadros centrales de la exposición y, además, favoritos del artista. Se trata de Evacuados , cuadro en el que el autor plasma la tragedia vivida por su madre y sus cinco hermanos cuando se vieron obligados a partir de Teruel. Pero, además, uno de los motores que ha dinamizado la colección ha sido la búsqueda de la reconciliación. En un año en el que, de manera especial, se vuelven a desenterrar los odios pasados, Luis Gómez Domingo, ha preferido «contar» a través de sus cuadros lo que une a los hombres en esa gran zona gris que es la guerra. Él mismo lo ha manifestado: «Quería que los cuadros reflejaran la reconcialiación, no el resentimiento o el rencor», especifica. Esta es una de las razones por las que sus cuadros no reflejan la epopeya de la guerra, sino el miedo y la soledad. Las pinturas que se exponen reflejan sentimientos universales, con lo que Teruel trasciende a la batalla de Teruel, a la guerra civil y a la situación bélica del mundo en aquel entonces. La muestra es un arquetipo de la tragedia humana, un símbolo de la fragilidad y, por lo tanto, de su valor.