Independencia y talento
Los amigos de Antonio González-Guerrero se sintieron ayer profundamente conmovidos al conocer la noticia de su fallecimiento. Muchos destacaron su honradez, su independencia de espíritu, su agudeza poética, la lucidez de su penetración en las cosas humanas y en los paisajes de la historia y la memoria. Otros, en cambio, apenas pudieron articular palabra, tal era la emoción y la tristeza. Juan Carlos Mestre . Triste y conmovido, el poeta villafranquino recordó los juegos que compartió con Antonio en la niñez y los sueños y la escritura que los más tarde los unió. Toñín Guerrero vivió, dijo, «instalado en la imaginación de los poetas»; «se parecía como nadie a un poeta, y leyéndolo, formará parte de nosotros su obra y su enseñanza». «La memoria -recordó- a veces no está sino en el porvenir». Alfonso García . El responsable del suplemento literario del Diario, Filandón , destacó la «depuración» que sometió al verso y la palabra, obteniendo una «desnudez poética» y un verso «reposado, salmodiado», siendo un gran representante de esa lírica leonesa que ahonda en el sustrato de la memoria y el paisaje. Antonio Merayo . Compañero y amigo de González-Guerrero, y compatriota de su patria chica de Corullón, Merayo destacó de él su «excepcional calidad humana» y el amor «a su tierra y a sus gentes». «Siempre nos profesamos mutuo afecto», dijo, subrayando además que el poeta fallecido «plasmó las maneras de ser y estar en el mundo de la gente berciana», y que su desaparición supone la «pérdida irreparable» de un «amigo y poeta valioso».