Sánchez Ceballos: «Aunque vivo para la pintura, no quiero vivir de la pintura»

Fernando Sánchez Ceballos es un pintor leonés autodidacta que asegura que, más que las implicaciones técnicas, lo que le ha guiado siempre en su labor de creación es el mundo de sensaciones que surgen de su entorno y que tienen mucho que ver con los distintos momentos de su vida. Sánchez Ceballos trabaja despacio, pensando cada pincelada. Él, que no vive de la pintura, sí que quiere vivir para ella, por eso le dedica todo el tiempo del mundo. Posee una técnica peculiar que inventó casi por casualidad, «Sí, casi, porque surgió durante el trabajo -explica-, y mi trabajo ante el lienzo ha sido continuo durante muchos años. Un día mezclé inadvertidamente las pinturas acrílicas con el óleo y surgieron unos colores que ofrecían unas texturas, unas cualidad, diferentes a todo lo que yo conocía hasta ese momento. Comencé a investigar y con el tiempo he conseguido una manera de pintar diferente y que se adapta muy bien a mi estilo». El pintor, que no desdeña la participación en los concursos de pintura rápida, en los que ha logrado infinidad de premios y menciones, prefiere pintar sus cuadros en el silencio del estudio, y para ello busca las imágenes que le interesan con su cámara fotográfica y luego compone en su estudio las obras gracias a ellas. «No recojas nada» «No se trata de copiar de una fotografía -precisa-, lo que hago es crear una composición a base de recuerdos apoyada de alguna manera, sobre todo en los pequeños detalles, en la fidelidad de la fotografía. Aunque varios de los cuadros de esta exposición de Sharon Art están pintados directamente en sus escenarios. Por ejemplo, hay uno que es la cocina de mi casa, acabábamos de terminar de comer y le dije a mi mujer, 'no recojas nada¿' y allí quedó todo hasta que el cuadro estuvo casi terminado». Las obras de Sánchez Ceballos cuentan historias, vivencias de típicos personajes de la ciudad, de seres anónimos pero pintorescos que por derecho propio pasan a engrosar las filas de la leyenda urbana de la capital. «Más que historias creo que en mis cuadros cuento momentos, emociones irrepetibles que para que no se pierdan en el olvido traslado al lienzo, en definitiva¿ mi vida. A mí no me gusta pintar sin motivo». Ésta es la primera exposición individual y el artista confiesa que para él significa algo muy importante, «sobre todo porque tiene como escenario esta ciudad. Quizá esperé más tiempo del debido para hacerla, precisamente porque mi intención era que la primera fuera aquí, en León. Es muy importante pero creo que no cambiará mi forma de entender la pintura, yo pinto porque me gusta y lo hago cuando me apetece, sin presiones de ningún tipo. Por eso si el hacer exposiciones significa trabajar contra reloj, pintar al dictado de los galeristas¿ se lo dije a un amigo hace muy poco, en ese caso rompería los pinceles». Horario: de martes a domingo, de 18.30 a 21.30. Calle Cervantes 10, esquina Dámaso Merino.