González-Guerrero en el recuerdo

La sensibilidad y el talento poético de Antonio González-Guerrero (Corullón 1954-Madrid 2004) ha conseguido superar las fronteras del tiempo y el espacio literarios para permanecer, con todo derecho, en la memoria, la experiencia y la vida misma de todos sus lectores presentes, pasados o futuros, de todos aquellos que se acerquen a su obra con ánimo de conocer, un poco mejor, la aventura y la desventura del ser humano. El joven poeta berciano moría el pasado domingo día 5 en el Madrid del exilio leonés para consternación de sus familiares y amigos, conscientes sobre todo de la irreparable pérdida humana pero también de la inconsolable ausencia artística: González-Guerrero tenía sólo 50 años y toda una vida de fructífera creación por delante. Las manifestaciones de dolor, recuerdo y pésame se han sucedido durante todos estos días y desde la comunidad literaria leonesa han surgido diferentes voces reclamando un reconocimiento institucional adecuado a la gran talla de este creador, autor de obras tan recordadas como El país de la nieve (1997) o Catulo en Malasaña (2003). En este sentido se inscribe la petición de la Unión de Escritores y Periodistas Españoles (UEPE), realizada a través de su secretario de Relaciones Institucionales, el también leonés Ricardo Magaz, de pedir al ayuntamiento de Corullón que coloque un monolito en esta localidad con objetivo de rendir tributo a su memoria, o bien dedicar una de sus calles a este destacado poeta. A juicio de Magaz, miembro además del Instituto Cepedano de Cultura (ICECU), González-Guerrero, «a través de sus obras, glosó en innumerables ocasiones sus orígenes bercianos y sobremanera el pueblo donde vio la luz por primera vez. Es por ello que desde el ICECU y desde la UEPE, les damos traslado de nuestra propuesta oficial, tomada por sendas juntas directivas, en el sentido de que le sea tributado por este consistorio un homenaje a Antonio González-Guerrero y, en el marco del mismo, se coloque un monolito o se le dé el nombre a una calle que perpetúe su memoria». Además de estas palabras, en el texto del comunicado se señala que la propuesta «cuenta con el apoyo oficial de los miembros fundadores de la tertulia literaria Arco Iris de la Casa de León en Madrid (Eugenio de Nora, César Aller, Francisco de Cadenas y Juan M. Valdueza) y de la propia Casa como institución, a la que Antonio perteneció y en la que tuvo tareas directivas». Antonio González-Guerrero dejó como legado unos catorce libros de poesía, algunos de los cuales se habían alzado con destacados premios literarios, como el Juan Alcaide, el Nacional Ciudad de Toledo, o el Ciudad de Astorga. Esta producción literaria, de extraordinaria calidad para un creador libre y heterodoxo que huía del halago fácil y los círculos sociales pretenciosos, estará disponible próximamente en una antología que editará la Academia Castellano y Leonesa de Poesía. Esta antología completa incluirá las tres grandes etapas en las que los expertos ordenan su obra: existe una primera fase, heredera en lo formal y lo temático de la tradición machadista y castellana ( El peso de mi sombra , por ejemplo), editada en su mayor parte por la Agrupación Hispánica de Escritores. La segunda ahonda en las raíces míticas de su comarca berciana, con influencias de Keats y la Irlanda druídica (así, El país de la nieve ). Aclaración Y, por fin, un último momento en el que Antonio González-Guerrero se introduce en el Madrid nocturno y en el que aborda el tema de la homosexualidad. Diario de León quiere rectificar la noticia que apareció con motivo de la muerte del escritor, en la que por un error lamentable le colocaba esta etiqueta al autor, cuando en realidad se quería hablar exclusivamente de su obra y nunca de su persona.