Columnista y escritor
«A veces, la patraña literaria es mucho más cierta que la historia oficial»
Pedro García Trapiello presenta hoy en El Corte Inglés su última obra: «Una ciudad de sotas, caballos y reyes», un recorrido a través de la historia y la intrahistoria de León
Ya se echaba en falta que Pedro Trapiello presentara su propio libro además de glosar los de los amigos. Una ciudad de sotas, caballos y reyes. El viejo León en un paseo canalla y una sentada sentimental es la obra que hoy presenta en El Corte Inglés. «Me habría gustado que comenzara Una ciudad de putas, pero...»... -¿Qué es «Una ciudad de sotas, caballos y reyes»? -Es un libro que surge a consecuencia de una visita que realicé junto a varios miembros de la Unesco en un viaje que realizaron a León. A partir de mi labor como cicerone, el vicerrectorado de Extensión Universitaria realizó una edición interna y me pidieron que hiciera una más cuidada. Puede decirse que es una semblanza, una acuarela histórica de quince lugares de la ciudad a partir de aquel paseo nocturno que yo enriquezco con una serie de «patrañas históricas». -¿Cómo definiría ese paseo, cuáles son las paradas y porqué las patrañas? -La visita abarca el Palacio de «Los Gañanes», San Isidoro, el Arco de la Cárcel, la plaza del vizconde, Hospital de Regla, los Cubos, Catedral, Caño Badillo, Plaza Mayor, la plaza de las Tiendas, Don Gutierre, la plaza del Grano, las Concepcionistas, la Rúa, la plaza del Conde Luna y San Marcelo. Se trata de un circuito que se realiza en poco más de una hora y alrededor del cual me permito licencias e inexactitudes históricas. -Eso será dependiendo de quién lo cuente... -Si, ya sabe lo que decía Rusell: «Las naciones y países no serán grandes hasta que los profesores de historia no sean extranjeros». A veces la patraña literararia es más cierta que la historia. -Y, de nuevo, depende de qué historia -La historia de verdad es la que ha hecho el pueblo, no la que protagonizan los reyes, y eso me lleva a decir que no se puede invocar la historia como defensa política... -¿Se refiere a León? -En parte si. Somos un territorio fragmentado, con unos reyes que ni siquiera se creyeron el Reino de León, que es una entelequia. -¿Tenemos lo que nos merecemos? -En muchos aspectos, si. Las fuerzas políticas trabajan para sí mismos, no para León. Todos se visten de Suero de Quiñones y hacen arqueología revisionista y pobre. ¡Por Dios, si Alfonso VII no fue más que un depredador! Esta actitud no refleja más que bastardía intelectual. De la historia sólo hay que reirse y no repetirla. -Pero, un pueblo tiene que tener raíces a las que aferrarse... -Un pueblo es lo que sus miembros quieren hacer y ser en el futuro, y aquí parece que lo único que se quiere hacer es neutralizar al más grande. -¿Confía en que el presidente del Gobierno ayude a que León tenga un futuro? -José Luis Rodríguez Zapatero va a restaurar el retablo y a pagar deudas, pero, no nos engañemos: estamos en recesión. Año tras año, en el informe que publica el BBVA aparecemos en una secuencia de declive, y la culpa la tenemos nosotros mismos, que somos un pueblo de gente que no trabaja, de rentistas y lastimeros. -¿Qué opinión le merece un político como De Francisco? -A De Francisco hay que soportarle como a todos los demás. Lo que ocurre en el Ayuntamiento de León tiene lugar en ayuntamientos de cuatro personas. Tu aldea es la maqueta del universo. No es cuestión de magnitud, sino de actitud, y la actitud, por lo general, siempre es la misma. -Y, ¿Cuál es esa actitud? -Al amigo, el culo; al enemigo, por el culo, y al indiferente, la legislación vigente. -Defíname a Francisco Fernández, a Mario Amilivia y a José María Rodríguez de Francisco. -Fernández es un delirio centimetropolitano, Amilivia, la necesidad de poder, y De Francisco es el más espabilao. Por favor, sin participio. -Volvamos al libro. La contraportada es portada y otro libro: «Lluvia y soportales; El día que Ortega vino a morir aquí». -Si, de alguna manera, puede decirse que se trata de un libro doble, porque en la contraportada hay otro. Se trata de una novela breve en la que se cuenta la historia de un terrateniente leonés que pagará a un sindicalista para que asesine al pensador José Ortega y Gasset.