Cultura logra el respaldo de productores y autores a su plan contra la piratería

El borrador del Plan Integral contra la Piratería, presentado ayer por la ministra de Cultura, Carmen Calvo, es «ambicioso« y positivo para las organizaciones que defienden los derechos de propiedad intelectual, que esperan que se ponga en marcha cuanto antes, explicaron a Efe varios colectivos. El director del Gabinete de Relaciones Institucionales de la Sociedad General de Autores (SGAE), Pedro Farré, y Antonio Guisasola, presidente de AFIVE (patronal de las discográficas), fueron algunos de los responsables de los colectivos que ayer se reunieron con Calvo para conocer los detalles del plan. Según informó Cultura, el primer documento de trabajo plantea cinco medidas e involucra a 11 Ministerio en la lucha contra este fenómeno en España, situada entre los 10 países del mundo más afectados. Para Farré, se trata de un plan «ambicioso» porque es, en primer lugar, integral -con acciones muy diversas que van desde la educación a la eficacia policial- y se involucra a once ministerios, entre los que se encuentran Administraciones Públicas, Justicia e Interior, coordinados por el Ministerio de Presidencia. Petición de agilidad Tras felicitar a Calvo por esta «iniciativa tan necesaria», Farré sólo lamentó que «quizá la ejecución del Plan se va a dilatar en el tiempo», cuando estas organizaciones hubieran querido que hubiera estado operativo en el periodo navideño. «Cada día que pasa se hace más daño al sector», explicó. A su juicio, el borrador es «muy completo», ya que la piratería es un fenómeno «muy analizado» tanto por las organizaciones implicadas en la defensa de la propiedad intelectual como por una comisión especial del Congreso de los Diputados. No obstante, no descartó que desde la SGAE se presenten propuestas para su mejora en la próxima reunión que mantendrá el sector con la ministra, prevista para mediados de noviembre. El borrador incluye que la creación de una comisión una Comisión Interadministrativa y el análisis de las herramientas e instrumentos normativos actuales, lo que determinará, en su caso, posibles modificaciones en el ordenamiento jurídico. En esta línea Farré insistió en que desde la SGAE se considera que este problema »no es un asunto de leyes, sino de aplicación« de las mismas.