Entre las obras, destaca Suero de Quiñones y en la influencia lingüística, el uso del sayagués
El 10% de las fuentes de las que bebe «Don Quijote» procede de León
La celebración del centenario dará lugar a la publicación de la Biblioteca Cervantina Los gustos
Con la llegada del 2005 comienza la celebración del cuarto centenario de la publicación de Don Quijote de La Mancha , un hito que vertebrará la programación cultural española en los próximos doce meses, así como la de varias universidades de todo el mundo. Uno de los proyectos a los que se dará impulso con motivo de esta efeméride es la publicación de la Biblioteca Cervantina, una iniciativa que surgió como idea hace un siglo -gracias a la labor de Armando Cotarelo y Valedor- y que se puso en marcha veinte años atrás. Gustos del Siglo de Oro La finalidad de este trabajo era conseguir determinar cuáles fueron las fuentes de las que bebió Cervantes y que influyeron de manera clara en las aventuras y tribulaciones del Hidalgo. Estudiar los libros en los que el Manco colaboró, aquellos que tuvo en la mesa, los que fueron forjando y calentando la imaginación que más tarde destiló en las fantasías del caballero se convertiría de esta manera en un camino para comprender mejor no sólo cada una de las historias del Quijote, sino también el mismo Siglo de Oro. ¿Qué se leía y cómo era la cultura que modeló aquel pasaje de la historia de España? La asociación de cervantistas, de la que forman parte Javier Blasco, Florencio Sevilla y Antonio Piedra, ha revitalizado este plan con el fin de conseguir cumplirlo con motivo del IV centenario. El concejal leonesista, Alejandro Valderas, que ha participado en la compilación de las más de doscientas obras que forman parte del cuerpo de la futura Biblioteca Cervantina, manifiesta que alrededor del diez por ciento de los textos que leyó Cervantes proceden de León. Es decir, alrededor de veinte autores, mecenas y editores leoneses -algunos de ellos, amigos o patrocinadores del autor de El retablo de las maravillas - estuvieron presentes en el talento creador del primer autor español. Entre ellos, cabe destacar el Libro del Passo honroso defendido por el Excelente Cavallero Suero de Quiñones . Copilado de un libro antiguo de mano por F. Juan de Pineda, religioso de la Orden de San Francisco. Una de las constataciones que viene a mostrar el estudio radica en el hecho de que durante el Siglo de Oro la cultura no se ceñía a las capitales de la época, principalmente Madrid y Valladolid, sino que lugares como León, Salamanca o Burgos también tenían algo que decir en la creación literaria. Sayagués Una de las pruebas con las que se cuenta para demostrar que realmente Cervantes había leído y conocía la cultura y la tradición de León radica en el hecho de que utiliza el sayagués en el Quijote. El sayagués existió desde el siglo XV hasta el XVIII y se basaba en la jerga que hablaban los agricultores de la zona de León, Zamora y Salamanca. Los usos de esta lengua fueron utilizados en la literatura del Siglo de Oro y viene a demostrar que el leonés existía y era pasto literario. Como prueba, cabe destacar el uso de palabras como «rejo» y «sobajada» empleadas en la conversación entre Sancho con las aldeanas con las que se encuentra en su embajada a Dulcinea. Lo característico y diferencial de la utilización cervantina del sayagués reside en la restitución al habla campesina de un hermetismo que poco tiene que ver con el abundante léxico que incluyeron los demás escritores.