Lobos

LA FICCIÓN televisiva española está a unto de agotarse por empacho. Lo que se ganó en profesionalidad desde finales de los noventa, se comienza a tambalear en cuanto a ideas. Son tantas las series, tantas las dosis semanales, que cualquier espectador al loro, acaba oliendo las tramas o las motivaciones de los personajes a los cinco minutos de comenzadas. Claro que semejante argumento no invalida ni que la producción se mantenga viva ni que nuestros profesionales encuentren un hueco para sus aptitudes delante o detrás de las cámaras. Las sitcom lo tienen más fácil porque sus efectos son más inmediatos. Además van de coña y se les perdona casi todo (que es mucho). Lobos es el primer estreno del año en Antena 3, con su principal baza en Sancho Gracia cuya madurez le descubre actor incuestionable, y en Miguel Ángel Solá, también magnífico profesional. Ambos, abogado y narco , antagonistas en un serial que promete hacer justicia al título, enfrentando a sus dos camadas en las que habrá de todo bajo su siempre protectora mirada aunque haya que moverse en el límite. Pero se les ve venir a todos. Vidas cruzadas salpicadas con todos los tópicos habidos y por haber para hacerse con la audiencia. En cuanto a textura y ritmo, marca de la casa Hospital Central , de la misma productora.