Otra de las necesidades del primer templo mozárabe de España es la adecuación de los accesos
San Miguel de Escalada lleva seis años sin luz porque la Junta no paga el recibo
Seis años sin luz son realmente muchos años, pero según la asociación leonesa Promonumenta, ese es precisamente el tiempo que lleva el monasterio mozárabe de San Miguel de Escalada padeciendo la falta de fluido eléctrico, precisamente desde que Iberdrola se hiciera cargo del suministro de energía en la zona. A juicio de Agustín Suárez, presidente de la asociación cultural en defensa del patrimonio Promonumenta, la responsabilidad de este hecho recae directamente en la Junta de Castilla y León, que, desde el cambio de compañía energética, «no ha pagado los recibos», a pesar de las insistentes denuncias y avisos que la entidad ha enviado durante todo este tiempo a la Consejería de Cultura y que, como asegura Agustín Suárez, «ni siquiera se han molestado en contestar». «Resulta increíble -dice Suárez- que el primer templo mozárabe de España, cuya foto aparece en todos los libros de texto cuando se aborda este tipo de arte, incluso en los libros editados por la Junta, no disponga de luz». Y es que a la carencia de iluminación se unen otras deficiencias derivadas de ésta, ya que, como apunta el presidente de la citada agrupación cultural, «es algo muy indicativo de la situación del edificio, pues si ni siquiera hay luz, es de suponer que la seguridad sea también escasa o muy deficiente». El pórtico, en Santo Domingo A este respecto, Suárez mencionó la anécdota de Erik el Belga, el famoso ladrón de obras de arte, quien en su día aseguró que era capaz de montar «todo el pórtico de San Miguel en la plaza de Santo Domingo», dada la absoluta falta de seguridad del templo. Quizá fuera una exageración, pero lo cierto es que todavía hoy la situación del edificio es preocupante por cuanto que se trata de un conjunto único en el mundo y tanto sus servicios como sus accesos no están en absoluto a la altura de la significación histórica y artística que posee. Por otro lado, la asociación Promonumenta asegura que en el templo existen bombillas y tomas de luz, lo cual demuestra que San Miguel de Escalada «contó con luz eléctrica» anteriormente. Por ello, resulta ilustrativo el hecho de que cuando tuvo lugar el proceso de adjucación de las obras de restauración del templo y se presentaron varias empresas para llevar a cabo esta labor, una de ellas, la leonesa Decolesa, ofrecía como complemento el pago completo del fluido eléctrico. La Junta, no obstante, optó finalmente por la empresa castellana Geocisa. Este periódico ha querido conocer la versión de la Junta de Castilla y León con respecto a estas acusaciones, pero cada uno de los responsables consultados ha ido remitiendo a otro distinto, desde la Consejería de Cultura, con sede en Valladolid, hasta la Delegación de la Junta en León y su Servicio Territorial de Cultura para desembocar finalmente en el jefe de este último servicio, Jaime Lobo. Esta persona declinó hacer ningún tipo de declaración sobre el tema. Además, el arqueólogo encargado de las excavaciones que se están realizando actualmente en las cercanías del edificio con motivo de la rehabilitación del mismo, Felipe San Román, reconoció la carencia total de luz en el templo, aunque no precisó durante cuánto tiempo se ha estado arrastrando este problema. Agustín Suárez, presidente de Promonumenta, también mencionó otras graves carencias existentes en el recinto y sus proximidades, tales como los deficientes accesos, que dificultan «e incluso impiden» la llegada de autobuses cargados de visitantes. «Algunos se han tenido que dar la vuelta», asegura. Por ello, animó a los parlamentarios leoneses de todo color político a denunciar en las Cortes la carencia de luz del templo, algo «absolutamente básico» para un lugar que recibe cientos de visitantes al cabo del año, algunos de ellos altamente especializados, que quedan desagradablemente sorprendidos al comprobar el estado general del recinto. Suárez calificó de «panda de irresponsables» a aquellos políticos a los que competa la responsabilidad de dignificar, proteger y divulgar San Miguel de Escalada. «Habría que ver cómo estaría este monasterio, que es único en el mundo, si en vez de en León se encontrara al lado de Valladolid», concluye Suárez.