Marina Gómez: «Pinto lo que seve, pero dejo espacio a la emoción»

La pintora salmantina Marina Gómez presenta en la sala de arte Bernesga una visión diferente del campo charro, al lado de unos bodegones íntimos cargados de poesía. Es la suya una pintura de fácil conocimiento y de enorme belleza. En sus cuadros se demuestra claramente que es artista de gran oficio. «Hace muchísimo tiempo que comencé a pintar en mi tierra, en Salamanca, concretamente en la Escuela de Artes y Oficios. Luego marché a Madrid, donde pasé por varios talleres artísticos para completar mi aprendizaje». Marina Gómez no deja de lado ninguna posibilidad técnica. Es capaz de incorporar a sus cuadros el collage sin que apenas se note, como un elemento ineludible de su manera de expresarse. Pero hay un momento en el que la técnica se convierte en disculpa para la expresión, para la comunicación. «Lo que mas me interesa es el bodegón. Mi objetivo es el desarrollo de la forma y en el bodegón es donde mejor lo puedo conseguir. Cuando en mis cuadros parece una manzana, no es la manzana tradicional¿ es una síntesis de todas las manzanas. Así consigo que sea algo original. Trabajo siempre dentro de un lenguaje concreto y desarrollando la forma. En cuanto a los paisajes, me interesan especialmente los de mi tierra, presididos por las encinas, que me inspiran por sus formas¿ y porque las he sentido desde pequeña en mi en mi pueblo». La pintora incorpora de forma muy original la figura humana a sus bodegones, aparecen en ellos bustos de mujer que añaden al paisaje íntimo una nota de sensibilidad, una presencia eminentemente poética que convierte en mágicos unos escenarios poblados de pequeñas cosas, de esos elementos inocentes e intrascendentes que son capaces de relatar una historia, la historia personal de esos personajes que unas veces se materializan en sus cuadros y que en otras permanecen en la oscuridad, que son capaces de vibrar a través del verso contenido en las pequeñas cosas. Explica Marina que en sus obras siempre hay un espacio para la emoción. «Pinto lo que se ve, lo que se entiende¿ pero también dejo un espacio a la emoción y el color. Juego siempre con los planos, con la geometría, para llegar a eso tan difícil que es el lenguaje personal». Lugar: sala Bernesga (Roa de la Vega, 8). Horario: de 12.00 a 13.30 y de 18.00 a 21.00; sábados de 12.00 a 14.00 y de 19.00 a 21.00.