Para recuperar la sonrisa

Juan Sánchez, un pintor salmantino afincado desde hace muchos años en tierras catalanas, presenta estos días en la sala de arte Bernesga una divertida colección de cuadros de estilo naïf. El color es el auténtico protagonista de una muestra sin complicaciones intelectuales, en la que, con la ingenuidad de un niño, Sánchez explica al espectador cómo es el mundo en el que vive, con una clara preferencia por el entorno rural que es donde más gratificante es su trabajo. El artista describe con enorme facilidad grandes paisajes en los que conviven, juegan y se divierten, pasean y trabajan, innumerables personajes. A propósito de su pintura dice el escritor Antonio Díaz: «A Sánchez, cosa rara en estos tiempos, le gusta la gente y lo que la gente hace, las casas donde viven, los rincones olvidados, el campo con sus quehaceres y las fiestas populares que se van perdiendo. Todo lo describe y lo pinta con una minuciosidad que parece encantamiento». Juan Sánchez es un artista veterano, nació en Salamanca en 1941. En 1960 empieza a relacionarse con el arte. Después de un largo recorrido por el mundo de las Bellas Artes se adentra en la pintura creando ilustraciones infantiles y tomando contacto con el primitivismo naïf, desde el que descubre el vivir de cada día para reflejarlo en sus pinturas. En 1974 se traslada a Barcelona, desde donde realiza exposiciones en toda España y buena parte de Europa. La pintura de Juan Sánchez nos muestra el mundo desde la perspectiva infantil, con todo su colorido y con halo de felicidad que desgraciadamente no se corresponde con lo que cada día nos cuentan los medios de comunicación. Por ello visitar esta exposición es una manera estupenda de evadirse de los problemas que nos acosan, de las guerras y tragedias con las que convivimos, sin duda es una inyección de optimismo que hace que la sonrisa renazca en el rostro del espectador. Lugar: sala Bernesga (Roa de la Vega, 8). Horario: de 12.00 a 13.30 y de 18.00 a 21.00; sábados, de 12.00 a 14.00 y de 19.00 a 21.00.