El Instituto Leonés de Cultura acoge «El paisaje religioso» de Evaristo Valle

La iconografía religiosa en la obra de Evaristo Valle (Gijón 1873-1951) se resume en la exposición El Paisaje religioso, a través de medio centenar de obras que podrán admirarse en la sala Provincia del Instituto Leonés de Cultura hasta el 23 de marzo. La muestra se abrió al público ayer con la actuación de un grupo de gaiteros asturianos que puso la nota de color local en el acto. Evaristo Valle es uno de los grandes clásicos de la pintura asturiana, su obra abarca un interesante período artístico que agrupa el tramo final del siglo XIX y la primera mitad del XX. Explica Luis García Martínez, encargado de exposiciones del Instituto que «la temática religiosa es una de las recurrentes más presentes en la producción plástica e incluso en la literaria del artista asturiano y se hace presente en la exposición con extraordinaria intensidad. Cronológicamente hablando, la primera de las obras de la muestra es el Calvario, fechado en 1894, primera obra conocida del autor y que, además, puede considerarse premonitoria de lo que sería luego su trayectoria. Mientras que la última de este recorrido en el tiempo es El Jesuita (1949), retrato de Leandro Diego, hermano del poeta Gerardo Diego, que sería precisamente quien auxiliara espiritualmente al pintor en las vísperas de su fallecimiento». Durante los comienzos del siglo XX realizaría el artista asturiano una serie de cuadros con aspectos de influencia simbolista relacionados con el destino y la muerte. «Evaristo Valle pintaría sobre todo, por decirlo a la manera orteaguiana, más al hombre que a la gente, transformando sus pinturas en auténticos paisajes del alma. A partir de 1903 aparece en su obra una sucesión de clérigos, capellanes, curas rurales, monjas... en diferentes actitudes y situaciones, asociadas en algunos casos a actos litúrgicos como bodas, bautizos y procesiones». Estas pinturas de Evaristo Valle constituyen un riquísimo friso de la condición humana, no exento del tratamiento bondadoso, irónico e incluso humorístico que Valle otorgó a buena parte de su creación. Según el comisario de la muestra, Francisco Zapico, «Valle pintaba sus cuadros de memoria, sin tener un modelo delante de los ojos, por lo que sus obras van ahondando en los sentimientos, van expresando, a través de unas figuras inventadas o sacadas directamente del recuerdo, su manera de entender la vida». Lugar: Sala Provincia. Horario: de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00; festivos, de 12.00 a 14.00 horas.