El criminólogo cepedano Ricardo Magaz reúne sus ensayos en un libro
Ora la espada, ora la pluma , es el título de «992 gramos de literatura», como dice su autor, el escritor y criminólogo cepedano Ricardo Magaz, refiriéndose al que es su último libro, un generoso compendio de artículos periodísticos y ensayísticos que acaba de ser publicado por la editorial astorgana Lobo Sapiens. La obra incluye textos escritos por Magaz entre 1995 y 2005, diez años de ideas impresas en el papel de rotativos de ámbito nacional y regional (muchos de ellos aparecidos en el Diario de León): tribunas. columnas, ensayos, semblanzas y crónicas luctuosas en las que se funden con ironía y retranca temas del vivir cotidiano, la política y la actualidad, el amor por la tierra leonesa y la criminología (disciplina con la que en realidad se gana la vida el autor y sobre la que ha realizado laureados ensayos e investigaciones). Y de ahí viene el título, ese verso de Garcilaso de la Vega que hace referencia a la espada del trabajo y la pluma del lenguaje literario. El resultado es una opinión de altura vestida de literatura y hecha desde el respeto, el humanismo y la complicidad. De entre las decenas de historias reales, anécdotas y vivencias que narra Magaz, destaca quizá la que nos transmite la asombrosa vida de King Kalla , personaje de la vida popular de Madrid que «americanizó» su nombre y «pasó de trilero a poeta al por mayor», traficando con poemas que ofrecía al público frente al Museo del Prado. Además, este personaje, hijo de un buhonero, «no sabía bien si era babayu o cazurro , ya que nació en lo alto del puerto de Pajares, aunque fue bautizado en Villamanín». En cuanto a las narraciones más directamente vinculadas con los sucesos luctuosos, Ricardo Magaz asegura que, en criminología, «nada bueno se puede esperar del género humano. Lo demás es ganancia para la especie». Afortunadamente, después vienen las normas y los reglamentos, «la ética y la moral». Encuentros con el lado oscuro de la realidad que le han acabado por «blindar» y por hacer «escéptico», así como a aceptar la muerte de una forma natural: «Alguien dijo que nacer es venir y morir es volver», recuerda Magaz. También los temas leonesistas están muy presentes en su obra. Magaz anima a todos los ciudadanos de esta tierra a «saberse habitantes de una región, León; diferente de Castilla, y a conocer y defender sus señas de identidad y su hecho diferencial».