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El intérprete vuelve a la primera plana después de años de estancamiento

Dennis Quaid presume de vivir una segunda juventud a los 50 años

El actor presentó en Madrid su último filme, «In good company», que se estrenará el 11 de marzo

Dennis Quaid, durante la presentación de «In good Company»

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efe | madrid

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Después de haber sido un galán en sus años jóvenes, Dennis Quaid vive, a sus 50 años, la etapa más fructífera de su carrera. Es, dice, su particular «sueño americano» o una «segunda juventud», de la que está disfrutando más que cuando era un actor de moda encasillado en papeles de guapo. El actor ofreció ayer una rueda de prensa en Madrid para presentar su último trabajo In good company , que en España se estrenará el próximo 11 de marzo con un subtítulo bastante inadecuado, «Algo más que un jefe», y en la que Quaid interpreta a un cincuentón que, debido a ciertos movimientos empresariales, se queda como subordinado de un jovencito que, para más inri, acaba acostándose con su hija. Se trata de una «comedia humana», una «fábula» o un «cuento», como señala su director, guionista y productor, Paul Weitz, coguionista y codirector, junto a su hermano Peter, de filmes como American Pie o Un niño grande , Quaid llegó a Madrid, junto al director y al joven actor Topher Grace, el pasado martes, procedentes de Berlín, donde In good company concursó en la Sección Oficial de la Berlinale. El maduro actor explica que en este filme encarna al «verdadero héroe», un hombre «que acude diariamente a su trabajo, y en torno al que gira este mundo. Ama su trabajo y su familia y, un buen día, se lo quitan, es un hombre auténtico, realista». In good company es una película que, en palabras de su director, «pone en tela de juicio ese viejo concepto del sueño americano y se plantea si ese sueño existe y los efectos de que realmente no exista». Sin embargo Dennis Quaid -protagonista de filmes como Querido detective o El chip prodigioso , y un actor que ha visto cómo, después de años de estancamiento, volvía a primera plana gracias a trabajos mucho más curtidos y elaborados, como el abogado traidor de Traffic o el esposo homosexual en Lejos del cielo- , contradice a Weitz. «El sueño americano sigue existiendo. Yo lo estoy viviendo». El actor se explaya al contar cómo vive esa especie de segunda oportunidad que en Hollywood casi nunca se da. «Lo que me está pasando en los últimos cinco años es lo que debería haberme ocurrido cuando tenía treinta y tantos. Agradezco lo que me ocurre, aunque no dure». Quaid es muy consciente del porqué de esa segunda juventud. «He tenido un par de películas taquilleras y Hollywood siempre ha creído y sigue creyendo en el dinero. Ahora disfruto más que cuando empecé, pero en cuanto a la fama, ése es un efecto secundario de mi trabajo que sólo sirve para conseguir reservas en los restaurantes y para de contar», manifiesta con sentido del humor. «El sueño americano sigue existiendo; yo mismo lo estoy viviendo una vez más» DENNIS QUAID Actor

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