Diario de León

El libro del historiador leonés desvela uno de los episodios más silenciados de la II Guerra Mundial

Secundino Serrano recupera alos españoles que combatieron a Hitler Leopoldo María Panero rompe su silencio Tres leoneses cruciales

«La última gesta» relata la historia de 500.000 republicanos exiliados en Francia y Rusia

El historiador y escritor leonés Secundino Serrano

El historiador y escritor leonés Secundino Serrano

León

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En 1939 medio millón de republicanos españoles atraviesan los Pirineos dejando atrás los estragos de un genocidio que el régimen prolongaría varias décadas. Buscaban la libertad y hallaron campos de internamiento. Así comienza La última gesta (Aguilar), un libro en el que el historiador leonés Secundino Serrano rescata uno de los episodios más silenciados de la II Guerra Mundial, justo cuando está a punto de cumplirse su sesenta aniversario. El libro, que, como todos los de Secundino Serrano, compagina magistralmente una profunda labor de investigación con una prosa digna del mejor novelista, supone, al igual que ya hiciera en Maquis y en La guerrilla antifranquista en León , un intento por recuperar la memoria de los vencidos, ocultada no sólo por la dictadura sino también en la etapa democrática. Como recuerda Serrano, sólo el ex ministro de Defensa socialista Julián García Vargas tuvo un gesto con los exiliados republicanos en 1995, cuando se les rindió un lacónico homenaje en el Congreso. La última gesta arranca con la llegada de los derrotados de la guerra civil española a Francia, en febrero de 1939. El país vecino los recibe como si fueran delincuentes y los envía a improvisados «campamentos» en las playas de Argelès, Saint Cyprien y Barcarès, en cupos de 50.000 a 70.000 hombres. Los menos afortunados son desviados a campos de castigo, como Le Vurnet, donde finalmente mueren muchos de los ex guerrilleros españoles. Tras meses de penurias y humillaciones, los españoles menos comprometidos con la causa republicana volverán a cruzar la frontera, pero otros 180.000 ex combatientes «rojos» permanecerán en suelo francés, serán enrolados en compañías de trabajo y parte de ellos enviados a fortificar la llamada línea Maginot, con el fin de evitar la invasión nazi, que finalmente se producirá en 1940. El horror nazi Cuando estalla la guerra mundial, los exiliados españoles que se encontraban en la zona que controlará Pétain (el sur) son llevados nuevamente a campos de internamiento. Los republicanos que caen en la Francia ocupada por los nazis serán enviados a campos de exterminio, de los que 7.211 acabarán en Mauthausen -de ellos, 4.813 fallecerán-, y otros 25.000 serán enrolados en la Todt, empresa alemana a la que se encargó fortifizar el llamado muro Atlántico, para evitar el desembarco de tropas inglesas a lo largo de la costa francesa. Ya en 1942 funciona el XIV Cuerpo de Guerrilleros Españoles, que combate contra Hitler; y desde 1944, la llamada Agrupación de Guerrilleros Españoles (la AGE), integrada por 10.000 españoles, desplegados por 31 departamentos franceses. Son hombres expertos en la lucha, cuya actuación será crucial para derrotar al Reich. Berlín, punto de encuentro Secundino Serrano también se ocupa en el libro de los republicanos refugiados en Rusia. Son unos 800. De hecho, en uno de los capítulos relata cómo los españoles que combatieron en Francia y en Rusia acaban encontrándose en Berlín. Una compañía integrada igualmente por españoles, la Nueve, es la primera en entrar victoriosa en París el 24 de agosto de 1944. Curiosamente, todos los blindados tenían nombres españoles, como Guadalajara, Belchite, Quijote o España Cañí... Una de las «escaramuzas» menos conocidas de la historia española es el intento por parte de los republicanos de «reconquistar» España. Entre el 19 y el 28 de octubre del 44 unos 10.000 guerrilleros españoles se internan en el valle de Arán procedentes del sur de Francia con el fin de liberar un territorio en la España de Franco y montar un gobierno de resistencia. Pero la intentona fracasa y Santiago Carrillo da la orden de retirada. El historiador leonés, que ha trabajado tres años en el libro, pretende a través de sus páginas hacer un inventario del pasado republicano de España e impedir que se olvide a quienes lucharon por una Europa libre. «Eran gentes del común que están en el basurero de la historia», afirma. Serrano recuerda que los mandos republicanos, los políticos y la clase apoderada, que después contaría la historia del exilio, habían huido en su mayoría a México. Por el contrario, quienes combatieron contra Hitler en Rusia y en Francia eran gente corriente, gente del pueblo. Serrano ofrece al lector la historia conmovedora de unos españoles heroicos, de los que apenas sobreviven actualmente medio centenar en Francia. Serrano no olvida tampoco a las mujeres del exilio, que estuvieron en «todos los frentes», desde los campos de concentración a la Resistencia y que la historia convirtió en proscritos de los proscritos. La última gesta llegará a las librerías el 6 de abril y, el 14 de ese mes, el autor lo presentará en Madrid y, posteriormente, en París. El poeta leonés Leopoldo María Paanero vuelve a irrupir en la escena literaria con la segunda edición el CD-libro que incluye el nuevo documental Un día con Panero, protagonizado por dos de las figuras más representativas del proyecto Panero, como Carlos Ann y Bunbury, los cuales acompañan al poeta en sus andanzas durante todo un día. Es la excusa perfecta para que Bunbury, Carlos Ann, José María Ponce y Bruno Galindo se unan por primera vez y desahoguen su vena artística encima del escenario representando en vivo los poemas musicalizados del autor. La primera edición se agotó en solo unos meses, por lo que, además de lanzar una segunda, se le ha dado continuidad mediante la realización de un documental. Además, se ha culminado la preparación de un espectáculo para llevar este proyecto al directo. El miércoles se estrena en Madrid. Se trata de un espectáculo único en el que se mezclan la poesía, la música, los visuales y la interpretación por parte de dos artistas de música muy influyentes en el panorama musical nacional: Enrique Bunbury y Carlos Ann, al que se le han sumado el poeta y periodista Bruno Galindo y el director de cine y escritor José María Ponce. Leopoldo María Panero ha sido definido como poeta terminal, como lo fueran Rimbaud, Baudelarie, Lautrèamont o Blake o Baudelaire, hijo y hermano de literatos con los que mantuvo relaciones «imposibles». En La última gesta Secundino Serrano cuenta el papel decisivo que desempeñaron tres leoneses contra la ocupación nazi. El maestro y guerrillero Julián García Villapadierna luchó con las tropas francesas y fue uno de los escasos supervivientes. También el leonés Teodoro González, alias Fernando, combatió contra las tropas de Hitler y falleció luchando en junio del 44 en Fôret de Saint-Léger. Por último, el concejal del Partido Comunista en La Bañeza Erasmo Díez Zapico, que huyó a Francia tras el fin de la Guerra Civil, se unió al ejército francés y fue uno de los republicanos que entró en España con las invasiones del valle de Arán.

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