La época barroca provoca la decadencia del inmueble, que cambia diametralmente en la mercantil
El estudio histórico del Conde Luna revela cinco fases constructivas
Los expertos realizarán catas arqueológicas para documentar la anchura de la muralla
Los arqueólogos Fernando Miguel Hernández y Victorino García Marcos ya han presentado el estudio histórico del palacio del Conde Luna, en el que explican cómo ha ido evolucionando el edificio en las cinco etapas que ha recorrido y de qué manera se ha transformado según los usos que se le han ido dando. Además de los dos historiadores, en el estudio han participado diez peones, la delineante Azucena Villaverde y el arqueólogo José Luis Cortés. Los historiadores han llegado a la conclusión de que el palacio se ubica dentro de la parroquia de San Salvador de Palat del Rey, en un lugar que fue el centro político de la ciudad. El enclave exacto de la sede regia se desconoce, aunque cabe la posibilidad de que hubiera estado emplazado en el mismo lugar. Además, en el entorno de este núcleo palatino, del que la actual plaza del Conde pudiera ser el recuerdo espacial del antiguo patio de armas del conjunto palaciego regio, fueron construyendo sus casas-palacio los miembros de la nobleza local. La importancia de los trabajos de rehabilitación radica, según apunta Victorino García Marcos, en el hecho de que se trata del último gran palacio que queda en León con un estado próximo al que debió tener en su origen -el de los Guzmanes está muy modificado y sus espacios distan mucho de ser los originales, mientras que el de los Trastámara es poco menos que un recuerdo-. Asimismo, el arqueólogo municipal apunta que desde el punto de vista artístico, tanto la torre renacentista -de estilo toscano- como el cuerpo gótico resultan de gran valor. Por otro lado, ambos arqueólogos van a realizar catas arqueológicas en el subsuelo con el fin de documentar la anchura de la muralla. Los trabajos se realizarán en el patio, donde se supone que existió un patio porticado, en el interior del cuerpo gótico -la muralla continuaría según los análisis realizados en esa zona- , en la torre renacentista (concretamente en uno de los cubos de la muralla que hoy no se aprecia) y en una torre medieval que estaría en el ángulo de la muralla.