Huesos de vaca, oveja y perro mezclados con los de los reyes

A pesar de las palabras de Encina Prada minimizando los resultados de una investigación que no conocemos en su integridad, los expertos creen que puede parir datos de gran relevancia. Al hallazgo acerca de Santo Martino habría que unir otras revelaciones como enfermedades, causas de muerte, tipo de alimentación y un largo etcétera. Es el caso, por poner un ejemplo, de la cribra orbitalia, una patología encontrada en uno de los cadáveres y que se materializa un número importante de orificios en el techo de la órbita ocular. Esta dolencia podría sugerir varias causas, entre las que se cuentan la anemia, el stress nutricional o la existencia de parásitos en el intestino. Sin embargo, después de la finalización de la primera parte de la investigación, quedó claro que lo que en principio se pensaba quedaba muy lejos de la realidad. En este sentido, hay que dar la razón a Encina Prada cuando afirma que las expectativas se inflaron. El expolio francés fue mayor del que se pensaba. La soldadesca francesa no sólo profanó y robó los tesoros, sino que utilizó el Panteón como cocina y mezcló los huesos de la familia real y la nobleza con restos óseos de los animales que allí deglutían. Así, se han documentado huesos de ovejas, de vaca, de perro y de animales salvajes sin clasificar. Cosas del charme galo.