El PSOE denuncia graves errores en las obras de San Miguel de Escalada

«Modélica» y «desastrosa». Dos calificativos antagónicos para la misma obra de restauración. Mientras el procurador socialista Ignacio Robles denunciaba ayer los «graves errores» cometidos en la rehabilitación del monasterio mozárabe-románico de San Miguel de Escalada, el director general de Patrimonio de la Junta, Enrique Sáiz (PP), negaba cualquier irregularidad en los trabajos. El procurador leonés volvió a denunciar que el edificio que figura en todos los manuales y libros de texto como la joya del mozárabe español, lleva seis años sin luz, porque la Junta no ha abonado el recibo a Iberdrola, quien la cortó cuando se hizo cargo del suministro de energía en la zona. Robles también criticó la falta de seguridad del monasterio. Ciertamente, hace tiempo Erik el Belga, el famoso ladrón de obras de arte sacro, llegó a asegurar que era capaz de montar todo el pórtico de San Miguel en la plaza de Santo Domingo sin correr riesgo de ser pillado in fraganti. El director general no aceptó ninguna de las denuncias del PSOE, quien se refirió también a las excavaciones realizadas en la zona norte del monasterio, donde aparecieron restos del las antiguas dependencias de los monjes que se establecieron en la ribera del Esla en los siglos VI y VII, hasta ahora desconocidas. Este descubrimiento complicó, alargó y encareció en su momento las obras, que pasaron de un presupuesto inicial de 324.098 a 379.521 euros y cuatro años de trabajos. Los restos de las estancias del antiguo cenobio se conservan actualmente al aire libre y ocupan 26 metros de largo por siete de ancho, lo que da idea del tamaño del recinto monacal. Según el PSOE, «dadas las condiciones climáticas y, a tan sólo un mes del recibimiento de las obras, existen desprendimientos de los materiales constructivos, grietas en los muros y separación del mortero». Como recordó Robles, la restauración inicialmente se iba a limitar a la torre románica y a adecentar los espacios exteriores, pero el edificio fue exigiendo, poco a poco, nuevas reparaciones. La parte románica ha sido remodelada completamente en su interior para transformarla en museo. Promonumenta denunció en su momento que los restos de los 300 indiviuos exhumanos aquí, entre los que se encuentran presumiblemente los de fray Antonio de Guevara, el confesor de Felipe II, no recibieron «cristiana sepultura» en el subsuelo de la iglesia románica, donde se hallaban los osarios. Tal y como recriminó ayer Robles al director general, estos restos humanos permanecen en el exterior, revueltos en bolsas de plástico. «La Junta pretende analizar e identificar ahora estos restos y devolverlos al sitio original, cuando lo lógico habría sido analizarlos antes de mezclaros».