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Junto a Ricardo Castro, interpretará, a cuatro manos, obras de Schumann, Schubert, Grieg y Gynt

El concierto que María Joao Pires aplazó por enfermedad será el día 28

Presentará en el Auditorio uno de los programas más emblemáticos de la genial pianista lusa

Publicado por
Miguel Ángel Nepomuceno - león
León

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El Auditorio Ciudad de León acogerá el próximo lunes uno de los conciertos más esperados de cuantos se han programado en él, con la presencia de la pianista portuguesa María Joao Pires, acompañada por su colega Riardo Castro. Un programa compuesto por obras de R. Schumann, 6 Impromptus a cuatro manos op. 66.; Bilder aus dem Osten, de E. Grieg; Peer Gynt,  Suite nº 1 op. 46 para 4 manos y Suite nº 2 op. 55  para 4 manos; y de Schubert, 4 Impromptus para piano solo Op. 142. A pesar de su falta de divismo y su natural idiosincrasia, María Joao Pires consigue lo que pocos artistas vivos pueden obtener: el convocar a personas de la más variada condición y gustos estéticos por la música para hacer con ellas, anímicamente, lo que quiere. Para ello sólo se necesita una condición imprescindible: sensibilidad. «No me interesa si mi público es grande o pequeño, dice.  Me es indiferente. Lo que me interesa es precisamente la relación que tenga con él. Me interesan esas relaciones que van madurando con los años», ha asegurado. Como todos los genios, la Pires es objeto de culto. A pesar de su falta de divismo, logra despertar un interés por el personaje mucho más allá de su condición artística, en una cierta perversión de su intimidad. Se magnifica, por ejemplo, su decisión de dejar de tocar cuando pasó tres años y medio en el campo, dedicada a sus hijos y a ordeñar cabras, «porque, es bueno para las manos. Las relaja. Como amasar el pan». E incluso decidió vender  el piano, tan harta estaba de conciertos, que no de la música. María Joao Pires y Ricardo Castro se conocen desde 1990. Sus ideas respecto a cuestiones complejas planteadas por la interpretación musical, tanto por lo que se refiere a la concepción y el pensamiento como a la resonancia emocional, los llevaron a descubrir su afinidad, su sentimiento de profunda proximidad artística. Poco a poco se les hizo evidente la necesidad de compartir la escena para poder avanzar. Comparten un gran número de creencias, principios ideológicos, valores humanísticos, y sobre todo comparten un profundo sentido de la responsabilidad que conlleva un íntimo compromiso con las actividades pedagógicas. El trabajo de Ricardo Castro y Maria João Pires va mucho más allá de la sala de conciertos. Entre las formaciones de música de cámara desarrolladas a lo largo de los siglos, el dúo de piano a cuatro manos ocupa un lugar muy especial. Las razones son varias. La primera especificidad, de la que además se derivan todas las otras, se debe a esa singularidad única que lleva a dos intérpretes a compartir el mismo instrumento. Díaa: lunes 28. 20.30 horas. Entradas: 18 euros (platea) y 12 (anfiteatro).