El Festival de Música de Castilla y León se celebrará sólo en Valladolid

El Patio Herreriano de Valladolid acogió el pasado lunes la presentación de la cuarta edición del Festival Internacional de Castilla y León, que, por cuarto año consecutivo, se celebrará en el Auditorio del Palacio de Muestras de la ciudad del Pisuerga. Ocho conciertos que comienzan el próximo día 6 y concluyen el 26 de mayo, concitarán exclusivamente en Valladolid a importantes figuras del piano como Dezsö Ranki, que será quien inauguré el festival, con un programa dedicado a Bartok, Debussy y List. La Orquesta Sinfónica de Berlín, con Lior Shambadal, la Orquesta de RTVE, con su titular Adrian Leper, la Sinfónica de Munich, con Philippe Entremnot, la pianista madrileña Ana Guijarro, el violonchelista Adrian Brendel, el tenor Jonas Kauffmann, acompañado por Helmut Detuch al piano, o la soprano rusa Elena Obratsova son los nombres que conforman este atractivo festival, que, pese a llamarse de Castilla y León, poco vamos a poder disfrutar los leoneses o el resto de la comunidad, ya que ninguno de los ocho conciertos saldrá de Valladolid. Aunque algunos de los artistas y agrupaciones programadas ya han pasado por el Auditorio leonés o pasarán en fechas próximas, sin embargo el equilibrado y atractivo programa, con nombres de primera fila como Dezso Ranki, Elena Obratsova, Jonas Kaufmann, Adrian Brendel y Tim Horton, o las Sinfónicas de Munich y de Berlín, son suficiente reclamo para atraer hacia el Auditorio de la Feria de Muestras, a todos aquellos aficionados que deseen disfrutar de un variado elenco de figuras de primera fila e indiscutible prestigio. El abono para los ocho conciertos es de 134 euros, y el resto de las localidades sueltas oscila entre 18 y 21 euros, habiendo numerosos descuentos para los abonados a pasados festivales, colectivos o los abonados a la Orquesta de Castilla y León de la presente temporada musical. Para su director José Antonio Nieto, este festival es la consolidación de un esfuerzo «que comenzó hace varios años con mucha ilusión, para llegar poco a poco a convertirse en una realidad. Sin embargo -añadió-, que aún se necesita tiempo para hacer que el Festival se institucionalice y sea algo consustancial a Castilla y León».