Fallece Joaquín Luqui, el pionero en España de la radio fórmula

Artistas, compañeros de la radio y amigos se dieron cita en el tanatorio madrileño de la M-30 para despedir a Joaquín Luqui, locutor y crítico musical que falleció en la madrugada del lunes, diez días después de que una caída fortuita le produjera un traumatismo craneoencefálico y le mantuviera en coma. Desaparece a los 57 años un hombre que hizo de la música su pasión y su vida. Gran conocedor del pop y del rock, pionero de lo que luego se llamaría radio fórmula en España a través de Los 40 Principales , introdujo en el país el modelo anglosajón de las listas de éxito. Idolatró al cuarteto de Liverpool hasta el punto de que sus compañeros le bautizaron con el apelativo de El quinto Beatle por su conocimiento de la banda británica. Pero los más cercanos resaltaron este lunes en el momento de la despedida su dimensión humana, la de un hombre alegre, simpático y religioso que siempre estaba dispuesto a dar ánimos a quien tenía al lado. El que para muchas generaciones fue la voz de la radiofórmula y de los 40 Principales de la Cadena Ser («JL en FM») nunca quiso preocupar a quienes tenía cerca. Por eso casi nadie se enteró de que se estaba recuperando de un cáncer de estómago, y entre sus amigos hay quienes relacionan esa dolencia con la propia caída que le mató. Para el director general de la Cadena Ser, Daniel Gavela, la muerte de Luqui significa una pérdida grande para la radio y el mundo de la música. «En la casa se piensa que fue un personaje decisivo de Los 40 Principales , y lamentamos que su muerte se produzca a punto de empezar un nuevo proyecto que le encomendamos, ya que iba a pilotar una programación especial sobre los 40 años de esta radiofórmula. Lo tendrán que hacer otros, aunque su presencia en el programa será importante», señaló. Juanma Ortega, director de Anda ya , programa de la misma cadena, invitaba ayer a recordarle con una sonrisa y destacó que él siempre veía el lado bueno de las personas y de los artistas. «Para él no existía la maldad, ni había artista malo porque siempre veía algo positivo». Así lo corroboraba esa mañana Luz Casal, cantante que comentó que «era muy fan, y no se cortaba en adjetivos cuando alguien le gustaba, cosa que se agradece». «Rezaré por ti» Otro colaborador de la radio, Toni Aguilar, destacaba su carácter despistado, que unido a su abultada cabellera blanca le condecía un aspecto entre profesor chiflado y hippy anclado en la década prodigiosa. A decir de su gente cercana, siempre atisbaba en una mirada el estado anímico de los suyos en la radio. «Uy, esa carita», solía decir a algún compañero en un día torcido. Eso y «rezaré por tí» ante cualquier contrariedad. Y es que fue un hombre religioso que nunca se perdió la misa de ocho. Tal vez sus orígenes le influyeron. Nacido en Calparroso (Navarra) en 1948, comenzó su dilatada carrera profesional en Radio Pamplona en 1966 cuando esta emisora de la Ser se llamaba Radio Requeté. Allí nació Requeterritmo , espacio que dinamizó el sonido de la radio, como recordaba en el tanatorio Iñaki Gabilondo, profesional que trabajó también en esa misma emisora por aquellos años. «Le recuerdo como un fenómeno rompedor de la radio de entonces, artesano de un lenguaje radiofónico audaz. Era un hermano y como nos hacemos mayores cada vez se pierde más gente. Siempre le vi tan desvalido que me daban ganas de abrazarlo».