El armario secreto de Hitchcock

Hitchcock ha sido tachado de misógino, envidioso, obsesivo, macabro o, en el mejor de los casos, de un director simplemente correcto. Y es que viendo sus películas la sombra de la duda asalta al espectador, hay algo oculto en sus largometrajes, pero ¿qué es?. Boris Izaguirre lo analiza en El armario secreto de Hitchcock (Espasa), donde ofrece su peculiar visión de los misterios del mago del suspense. «En Alfred Hichcock se repetían una serie de guiños a la cultura gay que creí que no habían sido analizados hasta el momento». Con esta premisa, Boris Izaguirre se puso a la tarea de contar, mediante un análisis de la vida y obra del director inglés, su particular percepción de la filmografía de Hitchcock. «En Rebeca, por ejemplo, hay varias secuencias de marcado acento lésbico entre la señora Danvers y la nueva señora de Winter. Al menos es lo que vi con mis ojos desde la frivolidad, que es el colirio de esta sociedad». De frivolidad habló Alex de la Iglesia, que ayer acompañó a Izaguirre en la presentación del lbiro. . Con la sorna que le caracteriza, el director vasco resumió las conexiones entre Boris, Hitchcock y él mismo. «Mi cine no es trascendente, el de Hitchcock era comercial y Boris es el enemigo de lo profundo». Y es que, «ser frívolo es el único camino para salir indemnes de esta jungla de estupidez», sentenció.