ZP responde

LO CIERTO es que en su etapa de presidente, Aznar tenía alergia a someterse al interrogatorio de periodistas ante las cámaras bajo una perspectiva plural. Es decir, de afines y contrarios. A saber la causa. Más raro todavía era que aquella TVE fomentara el debate político y social. Lo suyo era hacer frente a las privadas, entrando incluso en su juego banal para hacerse con la audiencia. Eso cambió, guste o irrite. Mamen Mendizábal invitó a Zapatero a 59 segundos (La Primera) y respondió ante público en directo a las preguntas de cuatro medios escritos, en su mayoría colaboradores habituales del programa. Las hubo con vaselina y las hubo a palo seco. ZP se limitó a algo tan sencillo como contestar. La audiencia, la ciudadanía, habrá sacado sus conclusiones. Quienes sientan alergia a ZP habrán tenido una mala noche y quienes le tengan en su altar, lo habrán disfrutado. Es la virtud de la tele, que se mete en los hogares y allá cada quien con sus aplausos o exabruptos. Pero que de vez en cuando muestre a su Presidente respondiendo al país a través de sus intermediarios, debiera ser cosa tan normal como el aire que respiramos. A juzgar por los numerosos aplausos que jalearon sus respuestas, ZP superó la prueba. 59 segundos reivindicó el sentido común, el talante positivo (el negativo brilló por su ausencia, estupendo).