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Ideas para modernizar España

La utopía federal y el krausismo del XIX respondieron al atraso económico y cultural del país y a la marginación del pueblo

NORBERTO

León

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El federalismo y el krausismo son las dos grandes líneas de la renovación ideológica y política del siglo XIX en España, «guías teóricas que tienen un valor superior al arqueológico», aseguró ayer el catedrático de Historia del Pensamiento Político de la Universidad Complutense de Madrid, Antonio Elorza, en el congreso Los Sierra Pambley y su tiempo. Las ideas reformistas de la España del siglo XIX. De la Ilustración a la crisis de la Restauración . En la conferencia inaugural del congreso, que organizan la Universidad de León y la Fundación Sierra Pambley, puso de manifiesto que si el federalismo propugnó un «Estado basado en la reordenación solidaria y justa entre diferentes territorios», la reivindicación de la educación y de las reformas de la otra gran corriente ideológica apuntaba a un Estado «laico y moderno en lo científico». El federalismo, identificado erróneamente con el cantonalismo y la disgregación y la disolución de la nación, añadió el historiador, fue la respuesta al atraso económico que vivía España y a un modelo centralizado que marginaba al pueblo. Pero la «utopía federal» surge y se desarolla desde Cataluña, tiene un «desarrollo espléndido» con Pi y Margall a mediados del siglo XIX, y no funciona porque «no encaja con grupos sociales consistentes en la España de esa época». Acaba convertida en una «ideología marginada» como le ocurrió al pensamiento de José Martí en Cuba. «Desde muy pronto los catalanes tienen la idea de que son explotados por Madrid y se inventan el proteccionismo como seña de identidad», y potencian su expresión en catalán. Apelando a derechos históricos, dijo en uno de sus provocadores guiños, «podemos recordar a los catalanes lo que nos ha costado consumir sus productos textiles». Por la tarde, el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de León, Francisco Carantoña, presentó la figura del leonés Felipe Sierra Pambley como «paradigma de un sector importante de la hidalguía y hacendados que a finales del XVIII y principios del XIX» propugnan cambios para el progreso económico, material y cultural del país. El primer político de la saga de los Sierra Pambley fue diputado por León (1820-21) y ministro de Hacienda en 1822, trienio liberal, colaboró en la reforma fiscal que establece un sistema impositivo universal y acaba con los privilegios estamentales fijando contribuciones directas. Destacó en su formación su amistad con José Canga Argüelles. La profesora Anna García Rovira, catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad de Gerona, situó el nacimiento en las revoluciones de los años 30 un liberalismo más radical, germen de las primeras ideas republicanas de España frente al liberalismo moderado y no revolucionario. La casa museo abre en otoño Antonio Gamoneda, miembro del patronato de la Fundación Sierra Pambley, anunció ayer en la inauguración del congreso de historia la apertura de la casa museo de Sierra Pambley en el otoño. En la foto, Elena Aguado, el subdelegado del Gobierno, Francisco Álvarez, el vicerrector Juan Manuel Álvarez Bautista, la diputada Natividad Cordero y Francisco Carantoña.