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El catedrático asistió ayer al congreso sobre «Los Sierra Pambley»

Junco: «Evolucionaremos hacia un sistema abiertamente federal»

«Los leoneses no se benefician de la autonomía porque pasan de Madrid a Valladolid»

José Álvarez Junco, ayer en la Fundación Sierra Pambley de León

León

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José Álvarez Junco, director del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, desmitificó ayer en el congreso de historia Los Sierra Pambley y su tiempo el nacionalismo, una invención del siglo XIX que hunde sus raíces en la Constitución de 1812 y en las corrientes liberales, aunque con el tiempo es apropiado por los conservadores. La idea liberal de nación no cuaja por falta de recursos de los gobiernos del siglo XIX, marcados por la inestabilidad e incapaces de crear escuelas, un servicio militar eficaz y comunicaciones vertebradora. La Iglesia monopoliza la educación, pero «no crea españoles, sino católicos». El «nacionalismo español sólo contribuyó a objetivos reaccionarios, oponiéndose al laicismo, la educación y el progreso» y al aliarse al franquismo el españolismo «se hace antipático». Su principal oposición fueron los nacionalismos alternativos que después de 30 años aún son «un problema pendiente». En su opinión, la solución a este conflicto pasa por la «federalización y la descentralización del país». José Álvarez Junco señaló que el estado autonómico «ha funcionado bastante bien, porque hemos conseguido sobrevivir con este sistema durante 25 años», pero apuntó que hay que desarrollar «competencias coartadas» como la recaudación de impuestos. «Habrá que perfeccionarlo y seguramente se evolucionará hacia un sistema abiertamente federal», agregó. Junco descartó «volver al españolismo puro y duro, castellanoparlante y centralizante como pretenderían ciertos sectores franquistas con fuerza en el PP». «No creo que tenga ninguna posibilidad, más bien agudizaría los problemas», indicó. La salida «sensata y civilizada» es, dijo, «pensar en una identidad compleja con múltiples niveles de poder y de descentralización» pues, «somos españoles, sí; pero a la vez catalanes, vascos y europeos». El autor de Mater dolorosa (Premio Nacional de Ensayó 2002) terció en la olémica sobre la financiación autonómica para dar a la razón a Maragal «cuando dice que una cosa es transferir renta a las regiones pobres y otra transferirla al País Vasco, que está recibiendo a pesar de ser una región rica». Un archivo inventado Como miembro de la comisión de expertos que aconsejó al Gobierno la devolución de documentos del Archivo de Salamanca a Cataluña, señaló que «hacer justicia histórica es imposible, porque la Historia está compuesta de demasiadas injusticias y barbaridades». Recordó que en el año 1977 fue Manuel Fraga el primero en pedir los papeles para Cataluña. Calificó de invento de «políticos castellanos del PP y también del PSOE» la pretendida unidad del archivo «porque Salamanca no es un archivo, sino un depósito». «He trabajado en muchas guerras y no hay un archivo de la Guerra del 98, hay que ir de uno a otro y no por eso los documentos pierden valor y significado», agregó. Junco reconoció que para los leoneses y zamoranos la autonomía de Castilla y León no ha supuesto beneficios al pasar de depender de Madrid a Valladolid. Precisó que en el caso de que León consiguiera ser autonomía, «se vería beneficiada sin duda la capital, pero dudo que también la provincia». Lo mismo señaló con respecto a Zamora, en el caso de una autonomía con las tres provincias históricas. Los Sierra Pambley y su tiempo se cierra hoy con una conferencia de Manuel Suárez Cortina a las 12.00 en la sala Cossío de la casona de la saga.