Azote de las conciencias

Antonio González de Lama (Valderas, 1905) es, sin duda, una de las personalidades leonesas más relevantes del siglo XX. El párroco de Antimio de Abajo y de San José de las Ventas, director del Diario de León y fundador de la revista Espadaña , fue un personaje crucial en una provincia en la que, como en el resto del país, era imposible expresar cualquier opinión al margen de los dictados del régimen oficial. La revista, en la que colaboraron desde su primer número Victoriano Crémer y Eugenio de Nora, se convirtió en la voz de la poetas. «La revista cumplió su papel de puente con la poesía de anteguerra e inició una tendencia rehumanizadora de la poesía de la época, a la vez que sirvió de vehículo expresivo a la primera promoción de posguerra (Celaya, Otero, Bousoño...). Este episodio fundamental para la cultura leonesa y española no oculta la fecunda labor que ejerció don Antonio con quienes acudían a hacerle compañía, para los que fue un maestro sencillo, sabio y generoso, recordado con admiración y respeto», asegura José Enrique Martínez. El centenario de González de Lama pretende ser un repaso a la figura de un hombre -ante todo, un hombre- que se convirtió en referente para varias generaciones.