«Caja España no ha pactado con la Junta arreglar las vidrieras»

El portavoz socialista en el Ayuntamiento de León, puso ayer en duda que exista un compromiso entre la Junta y Caja España para destinar cuatro millones de euros a la restauración de las vidrieras de la Catedral de León, ya que el asunto no ha sido abordado en ningún consejo de administración de la entidad, del que es miembro el ex alcalde. Fernández restó importancia tanto a la trascendencia como a los frutos de la reunión que el jueves mantuvieron en Valladolid el alcalde de León, Mario Amilivia (PP), con el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, tras la cual se anunció sin fecha la citada inversión para el templo gótico. «Soy consejero de Caja España y tengo que decir que para nada se ha hablado de ese tema en el consejo de administración», subrayó el ex alcalde leonés, quien descartó la posibilidad de que la inversión pueda ejecutarse en cualquier caso este año, ya que el presupuesto de la Obra Social de la entidad para el 2005 «ya está cerrado». «Amilivia tiene una forma muy peculiar de entender lo que es un claro compromiso de la Junta con la ciudad de León, ya que el anuncio para la Catedral no es verdad y el de cesión de suelo para el Inteco no era necesario», reflexionó el jefe de la oposición municipal, quien de esta forma dejaba vacía de contenido la reunión entre Herrera y el alcalde de León. Francisco Fernández instó a Amilivia a «no mirar tanto al espejo para verse él mismo en lugar de mirar lo que pasa en su ciudad», en alusión al comentario del alcalde del PP, quien equiparó los compromisos del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con «espejismos». La víspera Amilivia anunció con gran despliegue que la restauración de la totalidad de las vidrieras que aún no han sido tratadas por el taller que dirige el maestro Luis García Zurdo quedaría garantizado con el acuerdo de financiación entre Junta y Caja España. Cuatro millones de euros que, además, permitirán concluir las obras de reparación de los vitrales antes del plazo de dieciséis años que había estimado el propio taller. Además, Amilivia anunció una fórmula «revolucionaria» en la restauración, que permitirá a los muchos visitantes del templo gótico «contemplar de primera mano, y al mismo nivel, las vidrieras y la intervención que se está realizando». Nuevamente, el arreglo de los vitrales queda en el aire.