Juan de Flandes en El Prado
Dentro de su política de no admitir nada más que obras maestras, el Museo del Prado colgaba el lunes la tabla Crucifixión, del pintor hispano-flamenco Juan de Flandes (siglo XVI), una pieza ofrecida por la empresa Ferrovial al Estado como pago de impuestos (dación). Realizado por Flandes para el retablo mayor de la catedral de Palencia, el óleo sobre tabla ha sido tasado en siete millones de euros. Esta es la quinta tabla de Juan de Flandes que entra en el Museo del Prado. La Crucifixión pertenece a los momentos finales de la trayectoria de Juan de Flandes, artista que estaba muy al tanto del desarrollo de la pintura flamenca e italiana. Llama la atención el especial interés que el artista puso en la representación de las emociones de cada personaje y la forma en que se esmeró en los detalles. Juan de Flandes llegó a Castilla en 1496 como pintor de corte de Isabel la Católica. Desde la muerte de la reina, en 1504, permaneció en Castilla pero tuvo que someterse a las exigencias de sus nuevos encargos, grandes retablos que requerían mayores dimensiones y mayor número de tablas. A esta última etapa de su vida corresponden las pinturas que realizó para el retablo mayor de la catedral de Palencia, al que pertenece la Crucifixión , obra poco conocida, ya que se ha expuesto en pocas ocasiones, pero muy documentada.