Claudio Guillén habla hoy de la guerra, del exilio y de laliteratura

La vida de Claudio Guillén es la mejor novela. Nació en París en 1924 y, desde entonces, su historia se convirtió en una epopeya de lugares y acontecimientos en un mundo convulso. Hoy, dentro del ciclo Académicos de la Española en León, organizado por la Fundación Hullera Vasco-Leonesa, contará su apasionante autobiografía, que, de tener título, a él le gustaría que fuera: Del exilio y la Segunda Guerra al concepto mundial de la literatura. La suya es una historia de exilio, desde que tuvo que abandonar España en compañía de su padre, el insigne poeta vallisoletano Jorge Guillén. Durante la Segunda Guerra Mundial se alistó como voluntario en las fuerzas del general Charles de Gaulle. Luego llegaría su etapa de estudiante brillante en Harvard y, más tarde, como catedrático en esta misma universidad norteamericana, así como en San Diego y en Princeton, hasta su regreso, en 1982, a España. Y es que Claudio Guillén es una autoridad en Literatura Comparada, en la que su obra Entre lo uno y lo diverso, es el tratado más importante en esta materia que existe en el mundo de habla hispana. Dice que, a diferencia de otros exiliados, no se siente apátrida, porque «la relación con la lengua y los orígenes es muy profunda». Para él, la «bestia negra de la literatura comparada son los nacionalismos». Explica que ha superado lo de sufrimiento que tuvo el exilio. «Fue un enriquecimiento humano y cultural». Premio Nacional de Literatura, desde hace tres años es académico de la Lengua. Sobre su trabajo en la RAE afirma que «es un honor y un deber. Espero haber contribuido a que exista un ambiente cohesionado. La experiencia de viajero me ha venido bien en la relación con América Latina, en la que hoy la Academia está volcada». Para él, «ser hijo de» no ha sido un lastre, aunque es consciente de que «aquí se toman muy en serio las relaciones con los padres importantes. El mío era un hombre maravilloso, comprensivo, muy liberal, ameno y divertido». Claudio Guillén es un sabio en el sentido renacentista del término, es un profundo humanista. Un hombre de hablar pausado y largas reflexiones, de frases redondas. Un intelectual que ha vivido intensas experiencias y, por ello, pide «que tomemos en serio la historia, en la que ahora destacan algunos leoneses...». Lugar: Sala Provincia (Edificio Fierro). Hora: 20.00. Entrada: libre y gratuita.