Un pintor de campos de trigo y de olivos

Las amapolas tiñen de rojo los dorados trigos de Tierra de Campos. El sol, cayendo vertical e inmisericorde, ilumina con sombras dramáticas los antiguos palomares. A la vera de un una pared de tapial unas viejas botas y un botijo nos hablan de ausencias, del viejo labriego que buscando el frescor de la sombra se abandonó a la ensoñación de la siesta. Así es la pintura de Remigio González, un pintor leonés al que en la ciudad donde reside actualmente, Córdoba, le han nombrado, con todo merecimiento, académico de la sección de Nobles Artes. Remigio González ha traído sus obras a León, concretamente a la sala de exposiciones Torreblanca, del Nuevo Recreo Industrial. Allí pueden admirarse sus retratos, sus bodegones y sus paisajes, que tienen como protagonistas lugares pintorescos de León y de Andalucía. «Sobre todo prefiero para pintar las perspectivas de Tierra de Campos», dice, «pero reconozco que también me subyugan los grandes pagos cubiertos de olivares de Andalucía. Tengo el alma dividida entre dos regiones que son contrapuestas, que son enormemente diferentes, pero igualmente hermosas». «Toda la pintura de Remigio -dice el historiador del arte José Francisco Marín Molina- se ve influida por una flotante atmósfera sublime que a veces incita a la soledad mediante una armónica conexión de cromatismos paralelos entre las nubes y los campos. En sus cuadros la naturaleza regeneradora y el labrado espacio ofrecen una auténtica lección de misticidad y una sobrecogedora espiritualidad de semblante pictórico». Sobre su trabajo Remigio González comenta que está un poco dividido, «en todas mis exposiciones mis tonos ocres y dorados están siempre presentes representando al paisaje leonés. Luego, cuando me expreso en clave andaluza, son los verdes los que eclosionan en el lienzo. Mi pintura es figurativa, pero los críticos han dicho que en ella hay vestigios de modernidad y sobre todo mucha poesía. Creo que tienen razón». En la actualidad el artista trabaja sobre otro de los temas que desde siempre han figurado entre sus preferidos: la tauromaquia. «Estoy pintando una larga serie de cuadros dedicados a los toros, pero a los toros en ese momento mágico en el que salen de toriles con toda su fuerza, sin sangre, sin banderillas. Y de los toreros escojo su plasticidad antes de comenzar la faena, en el momento de vestirse de luces o en el paseíllo. Creo que es una manera distinta de enfocar plásticamente el tema taurino». Remigio González, entre otros méritos, es el autor del mural que preside la Casa de la Cultura de San Andrés del Rabanedo, ha sido becado por el gobierno de Bielorrusia para participar en el II Plein Air Internacional de Pintura de la ciudad de Minsk, y es ilustrador de la guía de su pueblo, de la localidad leonesa de Valderas. Lugar: Sala Torreblanca. Nuevo Recreo Industrial (plaza de San Marcelo, 18). Horario: de 18.00 a 21.30. Festivos, de 12.00 a 14.00. Hasta el día 31.