Yak-42

QUE Tele 5 se decida a apostar con fuerza por los reportajes de actualidad en night time, contribuye a aumentar su credibilidad entre el target más exigente, en su mayoría de procedencia urbana y de nivel cultural medio alto. Ese que huye de su parrilla convencional como de la peste. Yak-42 removió la dolorosa herida del accidente de aviación que costó la vida a 62 militares españoles hace dos años, y que el gobierno de Aznar gestionó con más desvergüenza que sinceridad a través del ministro Trillo. Un marrón de dimensiones galácticas. La tragedia dejó heridas que todavía supuran, en parte por la ausencia de responsabilidades políticas. El documental, de casi hora y media, rodado en alta definición y que en Tele 5 no descartan trasladar a salas comerciales, aparte de manejar material de archivo, recurre a la parte más débil y sensible de aquella catástrofe: las familias. Todavía sufren por la chapuza de la identificación de los cadáveres y por las muchas cosas todavía por aclarar. Hacer memoria antes de que el paso del tiempo la sepulte, es un sano ejercicio con trazas de servicio público, el mismo que por definición debieran practicar las privadas, aunque se lo pasen por el arco del triunfo con frecuencia vergonzante. Duelen todavía los testimonios de quienes lloran a sus muertos. Trillo habrá preferido otra cadena la noche del martes¿