Diario de León

| Entrevista | José Ovejero |

«La escritura es una carrera de fondo y muy solitaria»

El autor de «Las vidas ajenas», Premio Primavera de Novela, cerró en El Corte Inglés de León la gira de promoción del libro

José Ovejero firmó ayer ejemplares de su obra en El Corte Inglés

José Ovejero firmó ayer ejemplares de su obra en El Corte Inglés

León

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José Ovejero, Premio Primavera de Novela 2005 por Las vidas ajenas , cerró ayer en León dos meses de una intensa gira de presentación del libro, en el que el escritor madrileño afincado en Bruselas llevó a cabo una ardua labor de documentación -no en vano es licenciado en Historia-. Las vidas ajenas es un intenso thriller que gira en torno a un chantaje. Una novela coral que se mueve entre el mundo de las altas finanzas y el de un grupo de marginados, quienes, al encontrar una vieja fotografía, deciden extorsionar a un banquero millonario cuyo bisabuelo estuvo implicado en la explotación del Congo cuando era una colonia de Bélgica. «Es una novela de personajes, pero tiene que ver con la historia de Europa y de cómo se ha construido sobre las colonias», afirmó ayer el autor de China para hipocondríacos, Añoranza del héroe o Un mal año para Miki, que firmó ejemplares de su último libro en El Corte Inglés. -El Premio Primavera de Novela le convierte en «autor consagrado», ¿dejará su trabajo de intérprete para dedicarse de pleno a la literatura? -Ya lo he dejado. Fui intérprete durante doce años en la UE y dimití. Un premio no te convierte en autor consagrado. La escritura es una carrera de fondo. No me dedico plenamente a nada, aunque sí fundamentalmente a la literatura, pero procuro tener otras actividades. La literatura es un trabajo muy solitario, por eso una vez al mes doy clase en el Icade en Madrid. -¿Alguna vez ha tenido un año tan malo como el de Miki? -No, porque el de Miki era verdaderamente malo. La novela tenía aspectos autobiográficos, sobre todo sensaciones, más que un paralelismo con su vida. -¿No se puede viajar a China sin ser un hipocondríaco? -Sí, por qué no. China es un país interesante para cualquiera. El título ( China para hipocondríacos ) quería expresar que no es el viaje de un gran viajero, sino el de un turista, alguien normal, con sus miedos y sus vicios, y la confrontación con un país como China. -Dice Julio Llamazares que toda novela es un libro de viajes y que los grandes libros, desde la «Iliada» a «La Guerra de las Galias» o «El Quijote» son libros de viajes... ¿Le molesta que le hayan encasillado como escritor de viajes? -Sí, me molesta (risas), porque es erróneo y, además, no creo que todo libro sea de viajes. Me rebelo contra esa clasificación, porque sólo he escrito uno. El género de viajes me gusta, pero como uno más. Se me ha encasillado porque esto siempre es fácil y porque se me empezó a conocer por el libro de China. Por eso, dedicí no escribir más libros de viajes. -Es un poco arriesgado decir nunca jamás... -Es peligroso y puede que sea mentira. Aunque he viajado a muchos sitios, además de un lugar, necesito una buena historia. -¿Con todo lo que ha viajado no le ha tentado ningún lugar? -Acabo de volver de Río de Janeiro y me gustaría vivir allí. Pero lo mismo me ha pasado con La Habana o Senegal... -¿En Bruselas no echa de menos el sol? -Sí, pero no lo puedes tener todo. El sol o, mejor, la luz, me la llevo de los sitios a los que voy, y como viajo mucho... Tengo claro que me iría a un lugar con luz y mar. -Bruselas tiene un papel importante en «Las vidas ajenas», ¿es realmente como la describe? -Es más real que la imagen de ciudad gris y de funcionarios que se tiene de ella. Es una ciudad muy internacional, donde un 30% son extranjeros; ello te permite estar en contacto con muchas lenguas y culturas. -¿Es cierto que es un gran fan de Astérix y Obélix? -No. Es cierto que entrevisté a Uderzo y me aburrió mucho. Soy lector de cómic. Me gusta la línea clara, Hugo Pratt y me fascina Enki Bilal. -¿Cómo lleva estar dos meses de gira presentando su libro? -Acabo aquí, en León. Sirve para llegar a más lectores. Si hubiera que hacerlas toda la vida, lo aborrecería. Tengo el privilegio de trabajar en lo que quiero. -También ha escrito poesía, ¿es un poeta narrador o viceversa? -Me han llegado a describir como polígrafo. Soy narrador incluso cuando escribo poesía. La poesía te permite contar muchas cosas con una gran economía de medios.

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